Entre el 30 y 40% de los trabajadores latinoamericanos ingresan al mercado laboral “en condiciones precarias” a causa del sistema de tercerización heredado del neoliberalismo de la década del 90, afirma un ensayo de reciente publicación en Argentina.
La desregulación de los contratos de trabajo “es un legado del neoliberalismo que no se quiso o no se quiere abordar; es una asignatura pendiente de los gobiernos de la región” , señaló Victoria Basualdo, historiadora de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) y del prestigioso centro de estudios Flacso de Buenos Aires.
Basualdo es una de las coordinadoras de “La tercerización laboral-Orígenes, impacto y claves para su análisis en América Latina” , que compila los antecedentes políticos, económicos y sindicales de la transformación estructural del mercado del trabajo desde México a Argentina.
“El fuerte crecimiento de la economía consiguió generar gran cantidad de empleos, pero la transformación de América Latina no alcanzó para combatir las situaciones de precarización laboral” , comentó la experta.
Para la historiadora argentina “todo es cuestión de relaciones de poder y las cúpulas empresarias latinoamericanas salieron fortalecidas a partir de la década del 70” , remarcó.
En la actualidad, existe un abanico de legislaciones sobre tercerización laboral en América Latina, desde la promoción como sistema de contratación en Chile a su prohibición total en Venezuela.
Otros países, como Uruguay y México, modificaron sus legislaciones con la intención de introducir una regulación mayor pero sin eliminarla, mientras que Ecuador también apunta a modificaciones legales, pero para prohibirla como en Venezuela.
“México es un caso emblemático, porque supuestamente combate e intenta regular la tercerización, pero no aplica la legislación vigente en la práctica”, explicó Basualdo.
En cuanto a Brasil y Argentina, tienen niveles similares de tercerización que oscila del 30 y 40%, pero por debajo de Colombia, con el mayor nivel de informalidad laboral, que es de alrededor del 80%, con especial incidencia entre la población de origen africano que trabaja en la maquila.
“Lo de Colombia no es casual porque es el país del mundo con el mayor índice de sindicalistas asesinados”, subrayó Basualdo.
La ensayista argentina también participó de las conclusiones de la Comisión Nacional de la Verdad de Brasil que subrayó la complicidad del empresariado con las dictaduras de la región, para desregular los mercados laborales y fragmentar al sindicalismo.
“En Brasil no hubo tantos hechos de sangre como en Argentina, pero la represión de la dictadura fue muy sostenida contra los trabajadores, mediante el espionaje, la persecución a los sindicatos y los despidos” , mencionó como principal conclusión de la Comisión Nacional de la Verdad.
El ensayo resalta, además, que los más afectados por la informalidad son las mujeres y los inmigrantes que se convierten “en fuente laboral muy vulnerable”.
“Los efectos de la tercerización son dramáticos y mata. Porque lo que está prohibido en los convenios laborales se lo mandan hacer a los tercerizados. Como trabajar con materiales tóxicos o sin equipos de seguridad o en talleres textiles donde la presión es tan grande que hubo operarias que se prendieron fuego”, recordó la autora.
Para Basualdo “ahora se puede dar el debate (sobre la tercerización, ndr) por los niveles existentes de empleo, a diferencia de la década del 90”, cuando se imponía el modelo neoliberal y la desocupación era elevada, completó.