En EL COMERCIO, bajo el título: “Un jefe de las FARC residió en la hacienda de René Vargas Pazzos”, al referirse al informe de la comisión sobre el “Caso Angostura”, se hace referencia, “según el documento”, a las declaraciones de la hija del General referido, llamada Alexandra, en las que indebida,
tendenciosa y grotescamente se me menciona, diciendo falsedades que distorsionan la verdad, caen por su propio peso, retratan la miseria humana de quien las ha dicho sin conocimiento real de mi persona y de los hechos y que, con ligereza evidente, ha sido publicada.
No he conocido jamás a la hija del General que insolentemente se atreve a decir, según el documento referido, que “el nombramiento de embajador para Vargas era boicoteado” por mi persona, cuando era yo, precisamente en esos momentos, como diplomático de carrera, Embajador en la República Bolivariana de Venezuela y él, simplemente, un aspirante al puesto de Embajador.
La otra grotesca y tendenciosa inaceptable afirmación que hace la mentada Alexandra Vargas al decir que yo “era de la línea de Gustavo Larrea”, tiene, asimismo, un contenido ajeno a la verdad que busca, sin duda, crear confusión en asuntos a los que soy absolutamente ajeno.
En consideración al respeto que me merezco, así como se merecen los lectores de ese Diario y, por sobre todo la debida y necesaria aclaración de este mezquino asunto; le solicito, por ética periodística, publicar esta carta a la mayor brevedad.
Francisco Suéscum Ottati
Embajador