Un incendio estructural se registró a las 20:30 del jueves 11 de julio del 2019 en el antiguo Teatro Cumandá, centro de Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Las llamas alcanzaron una altura de siete metros durante el incendio registrado la noche del 11 de julio del 2019 en el antiguo Teatro Cumandá, ubicado en la avenida Maldonado y calle Francisco Quijano del Centro Histórico de Quito.
A las 20:30 aproximadamente se produjo el incendio. El Cuerpo de Bomberos de Quito (CBQ) acudió al sitio con una autobomba, dos tanqueros, un vehículo de rescate y un carro escalera. También hubo personal de la Agencia Metropolitana de Tránsito que dirigió la movilidad en la zona.
No hubo fallecidos, tampoco heridos. Sin embargo, los vecinos vivieron momentos de tensión al observar cómo las llamas consumían el techo del inmueble.
Cristóbal Salazar es el cuidador de la casa. Contó que de forma súbita se cortó la electricidad mientras se lavaba la cabeza. Se asustó y revisó los cables, pero estos se encontraban en buenas condiciones. En ese momento, los vecinos le llamaban desde la calle.
“A mí me dicen conejo y la gente me gritaba ¡baja conejito! ¡baja conejito! Al caminar por las gradas me encontré con el fuego y ya supe lo qué pasó. Siempre le pedí a Dios que me proteja”, recordó.
Contó que los bomberos apagaron el fuego en 45 minutos aproximadamente. Sin embargo, a las 03:00 de hoy, el fuego se reactivó. El celular de Salazar se descargó y no logró comunicarse con el ECU 911. Tomó una cobija y trató de apagar las llamas.
El fuego se reactivo este viernes 12 de julio del 2019, pero fue apagado por el cuidador. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Al final, él recogió agua en baldes y logró apagar el fuego. Asustado se fue a dormir.
Durante la emergencia, otros moradores salieron de sus casas con sus hijos. Daisy Portilla observó una nube espesa de humo y lo primero que hizo fue evacuar el departamento en donde vive con su hija de 6 años. “Lo mismo hicieron otras familias con cuatro o cinco niños pequeños”.
La mañana de hoy, Salazar esperaba que lleguen los técnicos de los Bomberos para investigar las causas de la emergencia.
Juan Malla es dueño de una panadería ubicada junto al inmueble quemado. Temía que el fuego se propague hasta su negocio. “La llamarada nos preocupaba, alcanzaba unos siete metros aproximadamente”.