Roberto Carrión Cevallos
Hoy, parece ser que IESS es único inversor en el país. Este hecho, de por sí, no es malo, más bien qué mejor que el propio dinero de los ecuatorianos dinamice su economía.
La inquietud nace cuando no se tiene la certeza de que las decisiones de inversión, se deben a un análisis equilibrado (rentabilidad – riesgo), sino más bien a influencias del Poder Ejecutivo.
El economista Ramiro González, presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, ha dicho que las inversiones se harán siempre que sean seguras y rentables. Esperemos que sea así; que el IESS no esté financiando ciegamente las decisiones del Gobierno. Que la compra de bonos, la inversión en los sectores del petróleo y de electricidad sean transparentes y cumplan los procedimientos respectivos.
Que la revisión de pensiones, además de justa, tenga los sustentos técnicos; pues esta institución no puede hipotecar su futuro, cubriendo deficiencias que muchas veces no son de su responsabilidad sino del Estado. La historia los juzgará.