Redacción Guayaquil
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Nueve camillas reemplazan a las butacas que estaban en el auditorio del Hospital del Niño Francisco de Ycaza Bustamante, en el sur de Guayaquil. El exceso de pacientes obligó a que las autoridades decidan adecuar este espacio, ya que en el área de urgencias no cabía una cama más.
“El lunes vine con mi niño que se puso grave. En emergencias esperé en el piso, porque no había dónde poner un alfiler”, cuenta Elsi Mite. Su rostro muestra los desvelos generados por esta situación. Miqueri, su hijo menor de cinco meses, tiene neumonía.
Ayer, el pequeño fue trasladado al auditorio donde comparte una camilla con otro niño. “A veces no puede respirar y pasa tosiendo”, dice mientras acaricia a su bebé.
En la mesa de sesiones del auditorio, los médicos instalaron su área de atención. Ahí revisan las historias clínicas y chequean el suministro de medicinas.
A pocos pasos, Kenya Nazareno cuida a su hija Jairi. La pequeña de nueve meses también tiene neumonía. Junto a su cama colocaron un tanque de oxígeno para las terapias respiratorias que le hacen a diario. “Tuvimos que ingresar por emergencia, pero había que esperar en el pasillo. Y aquí también faltan medicinas”.
La directora del Hospital, Patricia Parrales, explica que el edificio tiene capacidad para 350 camas. Pero, con el repunte de enfermedades gastrointestinales y respiratorias por la etapa invernal, esa cantidad es insuficiente.
En enero de 2009, esta casa de salud registró 11 870 atenciones de emergencia. Este año atendieron más de 19 000. Y en consulta externa las atenciones subieron de 17 000 a 18 400 en este año.
Para el subsecretario de Salud, Marcelo Aguilar, el aumento de patologías gástricas, respiratorias y de la piel en un 40%, en especial en niños, no solo se debe a las variaciones climáticas de este invierno (altas temperaturas y períodos irregulares de lluvia).
También, dijo, se debe a la falta de servicios básicos en zonas populares de Guayaquil. Ayer, en rueda de prensa, el funcionario criticó el servicio de recolección de basura y la falta de agua potable en el noroeste y sur de la urbe. “Basura putrefacta sin recogerse, agua insuficiente y altas temperaturas explican la situación”, dijo.
Como medidas para aliviar la saturación en los hospitales públicos, el Subsecretario anunció la contratación de seis clínicas privadas en zonas urbano-marginales. “Con esto tendremos 60 camas adicionales para hospitalización con lo que esperamos aliviar a la red pública”.
Estos centros se sumarán a las 14 clínicas de la Red Complementaria de Servicios de Salud el Ministerio, que desde el lunes no solo atenderán las citas programadas que registra por ‘call center’, sino también casos de emergencia de los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano.
Además, el director de Salud de Guayas, César Chong, pidió a la ciudadanía que acuda a los centros y subcentros, donde el horario de atención se extendió hasta las 18:00.
El funcionario explica que la saturación de los hospitales se debe a que gran parte de los pacientes acude por casos leves. Por ejemplo, dice que el 80% de las atenciones de emergencia que registra el Hospital Abel Gilbert Pontón, en el Suburbio, corresponde a enfermedades menores como gripes o diarreas leves.
En esa unidad de salud, los problemas continúan. Las 35 camillas del área de urgencias no son suficientes para los más de 600 pacientes que atienden a diario.