Mariana Suárez y Juan Flores en el cuarto de su hijo, quien falleció en febrero del 2014. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
La habitación está decorada con más de 50 aviones a escala. Todos fueron comprados luego de que Jorge Luis Flores se graduara como piloto de la Fuerza Aérea (FAE) en el 2005. Entre la colección hay un helicóptero verde y está sobre una pequeña cómoda. Es el modelo a escala de la aeronave en la que el oficial falleció la tarde del 20 de febrero del año pasado.
Eran las 15:00 y el Dhruv FAE601 se destruía en un Huigra, un poblado de Chimborazo. Pero solo a las 20:30 Juan Flores y Mariana Suárez se enteraban en la televisión que el Dhruv presidencial se había estrellado y que en la lista de los fallecidos estaba su único hijo varón.
En ese momento se subieron al auto y salieron a la Comandancia General de las Fuerzas Armadas que está en La Recoleta (centro de Quito). Llegaron y nadie sabía nada. Solamente un militar de la garita les decía que se tranquilizaran. Así pasaron hasta la madrugada y regresaron a la casa sin noticias.
Hace cuatro días, ambos recordaron esos hechos. Volvieron a la habitación de su hijo y mostraron las fotografías del oficial. Pasaron un momento en silencio y regresaron a la sala. Allí recordaron que su hijo se había casado dos meses antes del accidente. Él no tuvo hijos y su esposa también estuvo presente a las 21:00 del siguiente día cuando recibieron el cuerpo del oficial.
Su ataúd y el de otros dos uniformados llegaron a Quito cubiertos con la bandera de Ecuador. Las trompetas sonaron y los militares hicieron una calle de honor con los fusiles sobre el hombro.
La mamá se queda otra vez en silencio. Llora. No puede seguir con ese relato. Su esposo también se queda en silencio y mira al piso.
En la sala de la casa cuelgan las imágenes del teniente Jorge Flores, uniformado con el terno azul de la FAE.
La madre se recupera poco a poco y toma entre sus manos una fotografía en la que está el oficial frente a un avión supersónico. “Ser piloto fue su único sueño”.
Jorge Luis tenía 5 años cuando entró a la escuela del Ejército Abdón Calderón, en el sur de Quito. Luego ingresó al colegio militar Eloy Alfaro y después a la Escuela de Aviación Cosme Rennella.
Allí pasó cuatro años de entrenamiento militar y aprendió a pilotear helicópteros de rescate. De hecho, sus padres aún guardan las calificaciones. En un papel aparecen sus notas sobre 10.
En ese accidente solo un oficial sobrevivió. Él se recuperó en una clínica de Guayaquil y, tres semanas después del siniestro, los padres de Jorge Luis lo visitaron.
Lo encontraron en un balcón. Estaba en una silla de ruedas y saludaron. Cuando vio a Mariana Suárez, lo primero que dijo ese oficial fue esto:“Perdóneme madrecita, pero el helicóptero se nos cayó de un momento a otro”.
Mientras narra ese momento, la madre vuelve a ver una fotografía. “Mi hijito tenía 10 años de volar helicópteros”, dice y saca una carpeta.
Allí guarda la publicación de una revista que luego de la muerte del piloto tituló: “Un héroe caído”, en referencia a que salvó la vida de ocho personas en el incendio del edificio de las Cámaras de Guayaquil, en julio del 2012. Ese rescate lo hizo en un helicóptero Dhruv.
El resto de hojas que guarda son publicaciones de periódicos que se relacionan con los otros accidentes que tuvo la flota de los siete helicópteros comprados a la empresa Indú HAL en el 2008: cuatro siniestros y tres muertos.
Los familiares de otros dos fallecidos prefieren no hablar.
Pero desde la muerte de su hijo, Flores y Suárez recopilan toda la información para entender por qué se cayó la aeronave. Por eso piden reabrir el caso para su esclarecimiento, aunque las autoridades ya dieron su informe: los dos primeros accidentes fueron por falla humana y los otros dos por problemas mecánicos de los aparatos.
Los padres de Jorge Luis padecen serios problemas de salud. Cada mes, Marina Suárez visita al psiquíatra, mientras que su esposo asiste a chequeos médicos, pues tiene dos tipos de cáncer.
Cronología
27 de octubre 2009
El primer helicóptero Dhruv se estrelló en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, en una ceremonia militar. En el incidente no hubo víctimas mortales.
20 de febrero 2014
El helicóptero Dhruv FAE-601 asignado al presidente de la República, Rafael Correa, se precipitó en Huigra. Tres de los cuatro tripulantes fallecieron.
13 de enero 2015
El tercer helicóptero se accidenta en Chongón, al suroeste de Guayaquil, mientras cumplía “una misión de entrenamiento”. En el siniestro no hubo víctimas.
27 de enero 2015
Cae el cuarto helicóptero Dhruv. Después de este accidente, el Gobierno pide parar las operaciones de las tres naves restantes para una inspección.