Redacción Política
Los seis contratos que desde 2008 Fabricio Correa mantiene con varias empresas públicas no es el único tema incómodo para el gobierno de su hermano Rafael Correa.
Quién es
Hermano mayor del presidente Rafael Correa. Es ingeniero mecánico graduado en la Escuela Politécnica del Litoral. Tiene un grupo de empresas que mantiene contratos con firmas públicas.La locuacidad del hermano mayor del Primer Mandatario terminó por revelar detalles inéditos de la participación del Gobierno y de sus allegados durante el operativo político que permitió la posesión de los denominados diputados ‘de los manteles’ a mediados de marzo de 2007.
En declaraciones a diario El Universo y sin reserva, el ingeniero mecánico relató cómo el oficialismo brindó apoyo político y logístico a los suplentes que sustituyeron a los 56 legisladores de oposición destituidos por el desaparecido Tribunal Supremo Electoral. Los opositores se negaban a dar paso a la consulta popular que dio vida a la Asamblea Constituyente, por considerar que violaba el marco constitucional vigente en esa época.
El mayor de los Correa dejó al descubierto que se reunió con un grupo de los diputados ‘de los manteles’, a quienes les ofreció nada menos que correr con sus gastos de hospedaje con un “remanente” de los fondos que financiaron la campaña electoral de Alianza País en los comicios generales de 2006.
Lo que hizo
Reveló que en marzo de 2007 financió el alojamiento de un grupo de los diputados ‘de los manteles’ que desbloquearon el llamado a consulta popular, para instalar la Asamblea Constituyente.Las revelaciones de Fabricio Correa fueron más allá. Llegó a relatar que ese hecho llegó a provocar una fricción entre él y el Jefe de Estado, ya que el entonces ministro de Gobierno, Gustavo Larrea, aparentemente le dijo al Presidente que su hermano mayor intentaba “cogérsele” a los suplentes.
De esa forma, las palabras de Fabricio Correa dejaron en evidencia que la Función Ejecutiva, a través del Ministerio de Gobierno, intervino directamente en los entretelones que permitieron la reinstalación del Congreso con los diputados ‘de los manteles’ y el consiguiente desbloqueo de la consulta popular para la Asamblea Constituyente. Y que la colaboración del movimiento oficialista fue más allá de un respaldo político.
De inmediato, la dirigencia de País intentó marcar distancias de esos relatos y sus implicaciones. A pesar de que el hermano del Presidente relató la que ayudó a esos 56 diputados suplentes con dineros de la campaña, Eduardo Paredes, dirigente de la lista 35, dijo que supuestamente la organización no tuvo nada que ver con esa participación. Sin embargo, no fue capaz de negar que los legisladores de ‘los manteles’ efectivamente hayan sido financiados por Fabricio Correa.
Lo que dijo
“Si al Presidente (Rafael Correa) no le gusta eso (la contratación a través de ‘empresas de papel’) y me cambia las reglas de juego hay que adecuarse, pero no soy perverso”.Ese fue solo uno de los efectos de las declaraciones y participaciones contractuales del mayor de los hermanos Correa-Delgado con el Estado. Sus jugosos contratos (alrededor de USD 36 millones desde 2008) con el Estado obligaron a la Presidencia de la República a tomar decisiones polémicas con el objetivo de evitar un mayor golpe político del caso.
En ese escenario, al parecer, se inscribe la decisión de Alfredo Vera Arrata, secretario de Transparencia del Gobierno, que solicitó a los ministerios de Transportes y Vivienda, así como a Petroproducción e Hidrolitoral, que procedan a nulitar los contratos que mantienen con el grupo de empresas constructoras de Fabricio Correa.
Sin embargo, desde el punto de vista de juristas como Gustavo Medina y Ernesto López, ese tipo de peticiones de Vera no procede. La razón: primero deben iniciarse los procesos de auditoría e investigación en los procesos de adjudicación que ganó el hermano del Presidente, así como en los contratos que unen a Correa con las empresas públicas.
Pero las secuelas de Fabricio Correa fueron más allá de los campos parlamentario y contractual.
Deslizó algunos comentarios irónicos sobre el socialismo del siglo XXI y la experiencia política del Presidente de la República. Por ejemplo, que la gente de izquierda toma café y se “pone a salvar el planeta”. Además, que su actividad empresarial tiene 25 años, mientras que el presidente Correa apenas ha estado tres años en política. Por ello, quien debería retirarse es el Mandatario.