Redacción Judicial
El Ministerio de Justicia adelantó algunos de los puntos que se incluirán en el proyecto de ley del nuevo Código Penal. Entre los principales están que los delitos se dividirán en tres tipos: leves, medianos y graves.
En función de esta clasificación se determinarán las penas, es decir, que un mismo delito puede ser grave o leve, de acuerdo con el perjuicio que cause y la sanción dependerá de ello.
“Se va a hacer una distinción en función de la gravedad del daño causado; por ejemplo, en los delitos contra la propiedad y de droga se va a distinguir si fueron cometidos por el crimen organizado o si es criminalidad inferior”, manifestó Ramiro Ávila, subsecretario de Desarrollo del Ministerio de Justicia y DD.HH.
Además, en la propuesta se estableció que se eliminen las contravenciones y se conviertan en delitos, que serán investigados por la Fiscalía y resueltos por un juez. La pena para este tipo de delitos será de seis meses de prisión.
Según los operadores de justicia, el objetivo de las reformas es lograr mayor resolución de los casos y agilidad procesal.
Para ello, se determinó que los delitos flagrantes serán sancionados en un día y con una sola audiencia. Mientras que los casos que causen más conmoción social durarán máximo nueve meses y se realizarán tres audiencias: una de formulación de cargos, una para evaluar el trabajo de la Fiscalía y de la Defensoría Pública, y una de juicio.
En este tema también se plantea que no haya apelaciones durante la etapa procesal, solamente al final del juicio. Sin embargo, sí se podrán presentar acciones de amparo de libertad. “Con esto se busca evitar que los abogados usen instrumentos para prolongar el proceso”, dijo Ávila.
Está previsto que este proyecto sea debatido entre los actores legales y en dos meses se presente el documento final a la Asamblea.
Ernesto Pazmiño, director de la Defensoría Pública, señaló que con estas reformas se busca dotar al país de un Código moderno, como el de Chile o Francia.