Redacción Negocios
La crisis energética que vive país desde el 5 de noviembre y que ha devenido en racionamientos servirá como una plataforma para el Gobierno en la introducción de la nueva Ley del Sector Eléctrico.
El proyecto tiene como eje fundamental la recuperación del sector eléctrico para el Estado. Es decir, la administración, control, gestión e inversiones volverán a concentrarse en una empresa única de generación, transmisión y distribución manejada desde el Gobierno Central. “Será como el ex Inecel, con políticas generales pero con gestión de generación pública moderna y autonomía. Buscamos delegar más y controlar mejor”, explica el ministro de Electricidad, Esteban Albornoz.
El funcionario indica que el proyecto está avanzado pero que la etapa de socialización, que estaba prevista para este mes, tuvo que postergarse hasta que pase la crisis energética, por el fuerte estiaje y los bajos caudales en la central hidroeléctrica Paute.
El Gobierno ha sostenido que la falta de una normativa que le permita al Estado invertir en empresas de generación y distribución provocó la degeneración progresiva del parque térmico que respalda a las hidroeléctricas cuando baja su entrega de energía.
Albornoz reconoce como “técnicamente acertado” el Plan Maestro de Electrificación 2007-2016 del Consejo Nacional de Electricidad del Ecuador (Conelec) presentado hace dos años. En el documento se determina “la necesidad de contar al menos con una capacidad adicional en el corto plazo (hasta 2009) en el orden de 300 MW, para enfrentar el crecimiento de la demanda y alcanzar condiciones de autonomía energética”.
Sin embargo, reitera que el parque técnico no podía recuperarse debido a que el Fondo de Solidaridad (hoy en liquidación) no podía invertir en las empresas de generación hasta la expedición del Mandato 9 por la Asamblea.
El experto en el sector eléctrico, Ricardo Buitrón, insiste en que el Gobierno no puede deslindar su responsabilidad en la falta de gestión de energía termoeléctrica.
“La Constitución y la misma Ley del Sector Eléctrico establecen claramente la responsabilidad del Estado en garantizar la provisión del suministro de energía de la población. Y estos años no se ha visto avances en nueva generación de proyectos térmicos”.
En el informe de gestión del Fondo de Solidaridad 2007-2009, de los nueve proyectos nuevos de generación que registraban algún tipo de avance y donde se contemplaban inversiones, solo dos (Termoesmeraldas II y Shushufindi) eran termoeléctricos, con una proyección máxima de entrega de 350 MW. Al momento, no obstante, se encuentran en fase de licitación y de estudios de factibilidad.
Pero a raíz de la crisis, el Gobierno ha agilizado en las últimas tres semanas la provisión urgente de energía térmica. En marzo de 2010 se espera la llegada de 150 MW con la instalación de 68 motores térmicos coreanos que cederá Cuba. Adicionalmente, se hizo la adquisición de motores por 150 MW para recuperar parte de las centrales térmicas de la Empresa Eléctrica de Guayaquil (ex Categ) que llegarían la primera semana de diciembre.
La situación no varía en Paute
Pese a que no llueve en el Austro, ayer la Central Hidroeléctrica Paute generó más energía eléctrica (1 993,7 megavatios) con relación a anteayer (1 201MW).
El aumento se debió a que en la madrugada se apagaron menos horas (cuatro) las 10 turbinas que aportan a la caja de máquinas, cuando el sábado lo hicieron seis horas. El embalse se ubicó en 1 972 metros sobre el nivel del mar y el caudal fue de 38,6 metros cúbicos por segundo, ocho puntos más que un días antes.
Entretanto, el sol fue intenso ayer en Cuenca, un ambiente bastante caluroso en una época que debería estar marcada por el frío y lluvias. El río Tomebamba, el principal afluente del embalse de Amaluza, que alimenta a la central, lucía seco y el agua ha quedado estancada y verdosa.
Testimonios
Es vital que despachen más combustible
Pablo Honores/ Arenillas (El Oro)
Nosotros, los productores de Chacras, Carcabón, Guabillo, y otros sectores de Arenillas, ocupamos gasolina y diésel para hacer funcionar las bombas y extraer el agua de riego de los
pozos profundos. Tenemos un cupo semanal que nos entregan en las gasolineras de la frontera, porque el control militar es estricto por el contrabando de combustible. Pero ahora como pasamos más tiempo sin luz, también ocupamos la gasolina para hacer funcionar los generadores, por las noches, porque necesitamos vigilar las fincas. Como ocupamos más gasolina necesitamos un cupo mayor del combustible, pero en las despachadoras de la frontera no nos quieren aumentar la provisión del combustible. Eso nos afecta.
Los equipos sufren daños por los apagones
Juan Pablo Lucero/ Cuenca
Los cortes de energía eléctrica nos dejan horas con los brazos cruzados, sin poder trabajar. Por ejemplo en este almacén, de reparación de celulares, trabajamos con suelda de aire, y con los bruscos apagones, la máquina, que es automática, se daña. Aparte, necesitamos la computadora para cargar los softwares a los teléfonos (tarjetas) que necesitan reparación y cuando se produce la suspensión, en pleno arreglo, el teléfono se daña. La Empresa Eléctrica debería mantener espacios publicitarios en las radios anunciando los racionamientos con horarios para estar en alerta ante la suspensión del servicio y prevenir daños mayores. En este negocio hemos tenido que registrar pérdidas importantes .
Otras ciudades
Pelileo
Las fábricas de ropa no pueden cumplir las entregas Los cortes energía afectan a 150 talleres y fábricas en la producción de pantalones, chompas, faldas en tela ‘jean’, ubicadas en Pelileo. Según Sebastián Carrasco, gerente de Creaciones Jean’s Loren, el 25% de la producción bajó por los apagones. “Antes cortaban hasta tres horas diarias, ahora se redujo a una pero no se pueden cumplir los pedidos”, explicó. Aseguró que antes se fabricaban 10 000 prendas mensuales, hoy solo 7 000. “Esperamos que el problema del estiaje termine, caso contrario seguiremos sin cumplir nuestros compromisos”. El Gobierno también debe ayudar al sector empresarial, si no este tendrá que cerrar”. Carrasco dice que lo que se ha perdido en este período de cortes es irrecuperable.