Carlos Bravo. Ex gerente de la AGD
Redacción Guayaquil
Carlos Bravo salió derrotado de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD). El jueves pasado presentó su renuncia a la Gerencia, luego de un año en que no pudo vender ninguna de las más de 200 empresas que se incautó a los hermanos William y Roberto Isaías.
Además, el Estado no recuperó hasta ahora ningún centavo de esos bienes, con la intención de cubrir el hueco patrimonial de USD 661 millones que dejaron los ex administradores en Filanbanco, según una resolución de la Junta Bancaria.
¿Quién es?
Carlos Bravo Macías asumió la Gerencia de la AGD el 4 de julio de 2008 y renunció el 9 de julio pasado. Fue asesor y abogado de la Superintendencia de Bancos y defensor de Juan Falconí Puig. Un día antes de su renuncia, Bravo se fue en contra de una decisión presidencial, cuando dijo que la Comisión para la Administración y Supervigilancia de las Empresas Incautadas tenía que desaparecer. Intentó también responsabilizarla de la falta de resultados en la venta de los bienes.
En su renuncia dijo que la actuación de la Comisión “no se compadece con mis principios ni con los postulados del Gobierno de la revolución ciudadana al que serví”. Pero fue el presidente Rafael Correa quien creó la Comisión, el 27 de enero pasado, y quien hacía seguimiento de los plazos que no cumplía Bravo. Había exigido resultados a la AGD.
El 4 de marzo pasado en una reunión en el Ministerio del Litoral cuestionó su lentitud, no solo en el tema Isaías. “Estoy decepcionado. Como Jefe de Estado, les exijo mayores respuestas… Hay USD 5 000 millones en acreencias a favor de los bancos en liquidación, y qué se ha hecho para recuperar esa plata…”. Eso dijo Correa en tono molesto.
Lo que hizo
El miércoles pasado desmintió que el presidente Correa le había pedido la renuncia. Dio una rueda de prensa acompañado de sus funcionarios y en medio de aplausos. El jueves presentó su dimisión.El martes pasado, un día antes de que se cumpla el año de las incautaciones, Correa tuvo el mismo tono cuando volvió a pedir resultados a la AGD.
El miércoles, Bravo desmintió su renuncia, como publicó El Universo. No dijo si el Presidente le ratificó su confianza. Pero al día siguiente presentó su dimisión y se la aceptaron, lo que puede interpretarse como que ya no gozaba de esa confianza.
Además, uno de los comisionados a los que cuestionó es su reemplazo: Katia Torres. Y la Comisión seguirá trabajando hasta que se concrete la venta de los bienes, posiblemente en diciembre.
En su carta de renuncia, Bravo habla de logros, como sanear la AGD y recuperar la memoria institucional, entre otros. Pero al Gobierno uno de los temas que más le interesa es el de los Isaías. La incautación del 8 de julio de 2008 fue el golpe mediático más importante para el Régimen.
Lo que dijo
“Las actuaciones de los miembros de la actual Comisión no se compadecen con mis principios ni con los postulados del Gobierno de la revolución ciudadana al que serví…”.Cuatro días antes, Bravo fue nombrado gerente, y desde su posesión empezaron a correr los rumores de una posible incautación a los bienes de los ex dueños de Filanbanco. En esos días, a través de TC Televisión, los Isaías difundían su postura y la preocupación por la vinculación del nuevo Gerente con el ex superintendente de Bancos, Juan Falconí Puig. Bravo fue su abogado en el juicio por supuesto peculado por la fusión del banco La Previsora con Filanbanco.
En esa época, Falconí desmintió cualquier vinculación con las decisiones que tome Bravo en la AGD, y reconoció que hubo una relación netamente profesional.
Según Xavier Castro, actual patrocinador de los hermanos Isaías, Bravo tenía una animadversión contra sus clientes. Por ese “desafecto” era imposible reunirse con él, y ahora buscarán exponer su tesis de defensa a la nueva funcionaria.
Bravo era un gerente de puertas cerradas, que informó poco de su gestión o resultados, solo en los primeros días buscó a la prensa para promocionar los actos de incautación a los Isaías.
Hizo cambios en las administraciones que fueron cuestionadas. Por ejemplo, sacó a Nicolás Vega de Gama TV y puso a Pablo Orellana, su relacionista público en la Gerencia. Según Bravo, logró “sanear varios medios, llamados de comunicación social”.
Otro de los cuestionamientos al ex gerente es sobre el deterioro de los bienes. El abogado de los Isaías mencionó que hay problemas en las empresas de comercio, comunicaciones e industriales. La nueva Gerenta tiene el reto de recuperarlas.