Fernando Larenas. Editor General, desde Roma
El Foro de Roma, que analiza los impactos del cambio climático en el mundo, se concentró en los problemas del agua y el abuso de la pesca industrial que, de acuerdo con cifras oficiales, está excedida en su cuota en volúmenes del 48% sobre los niveles recomendados por científicos y especialistas.
Durante los debates sobre los logros y los fracasos tras el Protocolo de Kioto de 1997, la escasez cada vez más aguda del agua y la pesca indiscriminada dominaron las actividades de los representantes del G-8 (Grupo de las mayores economías del mundo) y de cinco países más: Brasil, India, Sudáfrica, México y China.
El foro romano es un centro de análisis que durante 40 años ha trabajado en temas relacionados con los límites del crecimiento económico.
El riesgo es real
La reunión comenzó con el compromiso de elaborar un proyecto que será presentado durante la cumbre mundial de medioambiente que será en Copenhague (Dinamarca), en diciembr
“Si no se acogen las recomendaciones de los científicos, las especies marinas van a desaparecer definitivamente”, indicó Alex Rogers, biólogo marino, representante del Instituto de Zoología de Londres, quien denunció el irrespeto a las cuotas de pesca sugeridas por entidades científicas.
Rogers afirmó que no es cierto que los científicos están desconectados de los problemas de los pescadores, especialmente de los artesanales, de los pequeños empresarios, pero recalcó que “ellos no son los dueños de los recursos marinos”.
Los sistemas de cuotas no se cumplen, hay excesos cometidos por las flotas pesqueras mundiales y el tamaño de las naves debería ser reducido, protestó el biólogo Rogers, quien fue replicado por el representante de Japón, Takashi Kosugi, quien dio una explicación histórica acerca de la relación que existe en su país entre el agua, el hombre y la pesca.
“Japón está formado por muchas islas, es un archipiélago que suma 35 000 kilómetros de playas en una relación natural entre la pesca y el agua, un elemento básico que nos proporciona la mayor fuente de alimentos para la población”, indicó el representante japonés.
A su criterio, los pescadores japoneses, desde hace mucho tiempo, se dieron cuenta de que había que cuidar el ecosistema y especialmente el agua. El representante japonés propuso leyes más fuertes para controlar la denominada pesca de arrastre.
Según la Agencia Japonesa de Pesca, Japón capturó 441 ballenas durante 2005; 856 en 2006 y 508 en 2007.
La protección de los ecosistemas debe ser inteligente, Suecia hizo todo mal en el tema forestal, pero ahora debe trabajar en aumentar la resistencia de los diversos ecosistemas, indicó el presidente de la Unión Europea, el sueco Lars-Erik Liljelund.
“El costo de prohibir la pesca en el mar Báltico puede ser un desastre social, no se puede pescar bacalao, dicen los científicos, pero la realidad es que hay que optimizar y faenar bien esa especie que es el sustento de los pescadores”, añadió Liljelund.
El financiamiento
El simposio cuenta con el auspicio del Banco Mundial, el Parlamento Italiano y la Organización Mundial de Legisladores por un Medio Ambiente Equilibrado (Globe, por sus siglas en inglés), y busca soluciones al fenómeno causado por el cambio climático.
El Club de Roma recolecta información científica independiente y actualizada directamente por los legisladores de los países miembros, cuyas decisiones son vitales para resolver los problemas del calentamiento global.
En Copenhague (Dinamarca) se intentará ratificar las metas del Tratado de Kioto y alcanzar el financiamiento para evitar las amenazas del cambio climático.
El ex ministro de Hacienda del Gobierno de Brasil, Antonio Palocci, puso en la mesa de discusión las dificultades para financiar las iniciativas para reducir el calentamiento global en circunstancias de que la crisis mundial tiene un enorme protagonismo.
Los compromisos anunciados por el presidente estadounidense Barack Obama a favor del cuidado del medioambiente “son algo que trae un viento fresco” dijo Palocci, porque muchos se preguntan si es justo que los gobiernos financien esta lucha con las necesidades económicas tan exigentes.
‘No todo subsidio es malo’
Ian Johnson, presidente de la Organización Mundial de Legisladores por un Medio Ambiente Equilibrado (Globe, por sus siglas en inglés) y representante del Banco Mundial, invocó a restaurar el capital natural del planeta y a evitar soluciones parciales, como ocurrió cuando China prohibió la tala de árboles y no lo hizo en un contexto global.
“Hay que hablar no solo del qué sino del cómo enfrentar el problema de recuperar los ecosistemas. Hay soluciones de mercado, pero para el problema de la naturaleza se deben aplicar políticas fiscales y de subsidios”, sugirió Johnson.
No se puede subsidiar todo ni poner impuestos a lo que no queremos. Brasil, por ejemplo, planteó una financiación externa a las gestiones de protección de los ecosistemas y de los océanos.
Se concluyó también que no todos los subsidios son negativos, como por ejemplo los USD 200 000 millones a la agricultura. Si se quisiera eliminar este subsidio habría que ver las implicaciones en las actividades de muchos países.
Del único subsidio que no se ha hablado es del agua, cuyo costo va en una curva hacia arriba, según el representante de Globe.