Redacción Guayaquil
Los barcos arrastreros comenzaron ayer la captura del camarón marino. Después de dos meses de veda del recurso, la flota retomó su faena.
En el muelle de la compañía Camarón del Mar, en Portete y la Ría (sur de Guayaquil), Antonio Chacín y Vicente Chamaidán soltaron las amarras de una de las embarcaciones y partieron en busca del crustáceo. Temprano en la mañana, los trabajadores subieron los alimentos y las provisiones para los 22 días de pesca.
Chamaidán explica que después de ese período descansan tres días antes de salir nuevamente a pescar. Como son los primeros días después de la veda, las faenas serán continuas.
Al día se captura de 200 a 300 libras diarias de camarón, por barco. Este año esperan, por la recuperación del recurso, capturas de 400 a 500 libras.
José Correia, presidente de la Asociación de Pesca de Arrastre, dice que este producto representa el 4% de la producción anual de camarón, incluidos los de cría en piscina. Esto significa la generación de USD 40 millones en exportación.
La veda inició el 15 de diciembre y duró hasta el 28 de febrero pasado. Fue expedida por la Subsecretaría de Recursos Pesqueros. En el ordenamiento se incluyó al sector artesanal, pero la prohibición de captura para este grupo se extendió solo hasta el pasado 15 de enero.
El director de Control Pesquero, Ramón Montaño, presentó los resultados de los operativos realizados a la flota artesanal. En un mes se decomisaron 372 unidades de camarón, en Manabí y El Oro. De ellas, 141 se devolvieron vivos al hábitat y 105 libras se donaron a hospitales y casas asistenciales. También se logró incautar 104 unidades de redes y trasmallos camaroneros.
Correia explica que si bien la veda del camarón langostino fue solicitada por el propio sector como parte del ordenamiento, hay un tinte político en la regulación. “Nos perjudicó porque estuvimos dos meses paralizados con la esperanza de que las capturas se tripliquen, pero en cambio la pesca artesanal sí estuvo explotando el recurso”.
La flota de arrastre dedicada a la captura del camarón pomada, ubicada especialmente en la parroquia rural de Posorja (Guayaquil) aún mantiene la prohibición de captura del recurso, hasta el próximo 31 de marzo.