La lavanda, un arbusto perenne, comprende unas 30 especies aromáticas de colores azul, malva, blanco o rosa. Es nativa del Mediterráneo, afirma Savita Wack.
Planta rústica, cuya vida ronda unos seis años, pertenece a la familia labiatae. Crece bien en los espacios soleados, áridos y pedregosos. Según la especie alcanza una altura de 80 cm, formando matas compactas hasta 120 cm de diámetro.
Las hojas son lanceoladas y estrechas de color gris-verde. Tiene la inflorescencia en espigas densas, llevadas por largos tallos. Cada espiga tiene un número variable de flores.
Las plantas no tienen particulares exigencias de suelo y de riego, dice Wack. Son para bordes, setos o arriates. También crecen en macetas o contenedores en balcones, terrazas y patios. Una poda liviana es esencial para mantener las lavandas tupidas. Conviene abonar después del recorte en cuanto pase la floración. La multiplicación es por semillas o por esquejes de 10-15 cm.