El fiscal Franklin Bravo reformuló cargos contra el exgerente de Petroecuador este 10 de agosto del 2016. Foto: Fiscalía
Para la Fiscalía, hay más de medio millón de dólares que Álex Bravo, exgerente de Petroecuador, no ha podido justificar cómo los obtuvo. Por ese motivo, este miércoles 10 de agosto del 2016, la Fiscalía reformuló cargos contra el ex funcionario, quien ahora es sospecho por un supuesto enriquecimiento ilícito. La audiencia se realizó en la Unidad Judicial de Garantías Penales de Pichincha.
Bravo, quien se encuentra detenido desde mayo pasado, fue en un principio investigado por tráfico de influencias, ya que el fiscal Franklin Bravo, quien lleva el caso, reveló una red de contratos millonarios que, aparentemente, habría entregado el exgerente a las empresas de sus familiares, por montos que sobrepasan los USD 85 millones.
Ahora, la Fiscalía cambió el tipo penal, es decir, modificó el delito por el que se le procesa y lo hizo con base en un informe de la Contraloría General del Estado. En ese documento se menciona la suma de USD 544 184,79 que fueron depositados en las cuentas del ex funcionario y que “no tienen documentos de respaldo que indiquen el origen de los fondos”, así lo asegura la Fiscalía en un comunicado.
El nuevo delito que pesa contra Bravo tiene una pena mayor que tráfico de influencias. Según el Código Integral Penal, la persona que beneficie a sus parientes con contratos podría recibir una pena de tres a cinco años de cárcel. Por otro lado, el enriquecimiento ilícito es un delito considerado como grave, ya que no prescribe y se sanciona de tres a 10 años de cárcel.