El exjefe de Estado (2003-2010) está acusado entre otras cosas de corrupción pasiva, lavado de dinero y obstrucción a la Justicia. Foto: EFE
La Justicia brasileña juzgará al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por el caso de corrupción “Lava Jato” aún en el primer semestre del año, según declaró el viernes 17 de marzo del 2017 uno de los fiscales a cargo.
“Antes de mediados de año tendremos una sentencia, ya sea para condenar o para absolver”, consideró el fiscal Deltan Dallagnol en una entrevista televisiva por el tercer aniversario de la operación “Lava Jato” (“Lavado de autos”).
Lula está acusado en cinco procesos de la investigación y debe responder en al menos tres de ellos ante la Justicia, después de que los tribunales aceptaran los cargos.
El exjefe de Estado (2003-2010) está acusado entre otras cosas de corrupción pasiva, lavado de dinero y obstrucción a la Justicia.
Uno de los cargos más graves es el de haber aceptado un apartamento reformado en la costa de Sao Paulo a cambio de favorecer a una empresa en sus tratos con el Estado.
Dallagnol, fiscal en Curitiba en el sur del país, acusó en septiembre del 2016 a Lula de ser uno de los “cabecillas” del enorme entramado de corrupción montado en torno a la petrolera estatal Petrobras, en una sonada presentación ante las cámaras.
Lula ha demandado a Dallagnol por daños morales, después de calificar los documentos presentados por el fiscal en un documento de power point como un “show mediático” sin pruebas concretas.
El exmandatario acusa a sus adversarios políticos de estar detrás de los juicios y ha sugerido en varias ocasiones que podría presentarse a las elecciones presidenciales de 2018.
Lula sigue siendo muy popular entre las clases más pobres y en círculos de izquierda. “Lava Jato”, bautizada así por un autoservicio de Brasilia en el que empezaron las investigaciones, se dio a conocer el 17 de marzo de 2014, inicialmente como una investigación sobre una red corrupta en Petrobras.
El caso salpica en tanto a numerosas empresas, políticos y funcionarios brasileños y se extiende incluso a otros países de América Latina.
Decenas de políticos están bajo sospechas de corrupción en Brasil, en el que es considerado como el mayor caso de ese tipo en la historia del país. Según Dallagnol, 260 personas han sido acusadas hasta ahora por la operación.