Redacción Ecuador
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Son las 20:03 y la luz de la luna no es suficiente para alumbrar los corredores periféricos de Quito. Desde hace una semana, la Empresa Eléctrica decidió apagar las luminarias de las carreteras y avenidas para ahorrar energía. Esta medida causa molestias a los conductores y transeúntes.
“Vivo en Nayón y a diario debo usar la Nueva Vía Oriental. Esta ruta, que de por sí es peligrosa, sin luz es más. Además, la neblina que hay en estos días resta visibilidad. Varias veces he estado a punto de chocarme”, manifiesta Carlos Moreno.
Tome en cuenta
Recuerde que encender las luces intensas es una contravención leve de segunda clase. Esto es sancionado con dos puntos menos en la licencia y USD 20.
En la ciudad debe circular a
5 metros de distancia del otro carro y en carretera, a 12.
No olvide tener a la mano los triángulos. Le servirán para colocarlos en la vía, en caso de que se dañe su carro. También revise el estado de las llantas.
Otro de los inconvenientes es que esta arteria es bastante sinuosa. Por la falta de alumbrado, algunos conductores encienden las luces intensas, pero esto afecta al resto de choferes.
“El lunes en la noche casi me choco contra un carro. Iba a tomar hacia Guápulo y en la curva, las luces altas de los vehículos que venían en sentido contrario me cegaron y no vi que un auto estaba parado”, relata Arturo Coello.
Esta vía no es la única que tiene inconvenientes. También está la Panamericana Norte, a la altura de Carapungo. Ahí, la arteria se amplía a cuatro carriles y en ese punto es más espesa la neblina. El martes en la noche se produjo una colisión. Un carro giró en U y el otro conductor no lo vio.
Esto se debe a que cuando no hay alumbrado público se pierde una visión panorámica.
En la Panamericana Sur, las lámparas públicas se apagan por completo desde Guajaló hasta Tambillo. “El problema aquí es que no hay señalización que sirva. Hay que manejar guiado por el instinto, porque no se ve nada”, advirtió Edwin Guamán, quien transporta carga a Ambato.
Él también estuvo a punto a de atropellar a una persona que cruzaba la calzada. Él relata que no lo vio hasta que estuvo muy cerca, pues el peatón llevaba ropa oscura. “En esos casos si pasa algo ¿Quién es el culpable?
Según Marcelo Díaz, jurista experto en accidentología de tránsito, en esas circunstancias es difícil determinar si el accidente es ocasionado por falta de iluminación.
“Van a primar otros factores como la prudencia, la reacción”.
En definitiva, para los peatones se ha vuelto más complejo circular en la noche por las calles.