Estudio muestra los elementos adictivos que tiene la droga H

En el Centro de Sicoterapia, en Guayaquil, se atiende a personas que tienen diversas adicciones a la droga.Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

En el Centro de Sicoterapia, en Guayaquil, se atiende a personas que tienen diversas adicciones a la droga.Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

En el Centro de Sicoterapia, en Guayaquil, se atiende a personas que tienen diversas adicciones a la droga.Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

La denominada droga H se compone de heroína en distintos porcentajes y en su fórmula además incluye otros ocho elementos. Estos datos se recabaron en un estudio que realizó la Secretaría Técnica de Drogas (Seted) entre 2016 y 2017.

El resultado se determinó mediante el análisis de cromatografía de gases y masas de 41 muestras de heroína analizadas de acuerdo al consumo en 13 distritos educativos de la denominada Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón).

En el estudio también participaron el Instituto de Neurociencias y la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).

El Instituto aportó con la valoración de consumidores de H, que fueron atendidos allí.

La universidad determinó las estrategias y los modelos investigativos a seguir, mientras que la Seted hizo el análisis químico en su Centro Científico de Referencia Nacional.

Uno de los elementos determinados en el análisis es la cafeína, una droga estimulante.

También está el diltiazem, un medicamento que disminuye la frecuencia cardiaca. “La heroína y la cafeína aumentan la frecuencia cardiaca y producen taquicardia. El diltiazem frena esos efectos siendo apetecible para el consumidor”, explicó Carlos Orellana, director técnico del Instituto.

La lista continúa con la cocaína, una droga que actúa como estimulante. La fórmula también incluye dos anestésicos para el dolor muscular.

Por eso, cuando las personas con adicción dejan el consumo, tienen ese tipo de dolor.

Orellana indicó que los elementos más tóxicos de la H son el dietilfalato, un polímero que da flexibilidad al plástico; y el bumetrizole, un aditivo para pinturas y pegamentos.

El Instituto revisó las historias clínicas de 1 200 de sus pacientes de los últimos siete años, quienes consumieron esa droga. La muestra identificó a la tos y el insomnio entre los efectos más repetitivos.

El deterioro cognitivo es otra de las consecuencias, aunque no se tienen cifras consolidadas de estos casos.

El Centro de Sicoterapia, ubicado en el norte de Guayaquil, tiene capacidad para internar a 35 personas con problemas de adicción a las drogas y funciona desde hace 27 años.

Kevin, de 21 años de edad, es uno de los internos desde hace más de 90 días. Entre los 14 y los 20 años consumió marihuana y H por presión de sus amigos. Su adicción lo llevó a hacer cosas que nunca imaginó para adquirir la droga.

“Comencé a robar, andaba en la basura, dormía en la calle, hice reciclaje”, recordó.

Ahora que está en rehabilitación aspira a trabajar y culminar sus estudios superiores en Ingeniería Industrial, que cursó durante dos semestres.

Los consumidores de la H llegan al Centro con bajo peso, deshidratación y sin poder conciliar el sueño.

De inmediato se les realiza una valoración médica y son rehidratados. Entre el segundo y tercer día de estadía se les realiza la historia clínica.

Además son sometidos a un chequeo físico para determinar el peso y la talla del paciente a fin de implementar una terapia nutricional individualizada. Los tratamientos duran hasta 6 meses y los costos fluctúan entre USD 300 y 600 según la condición socioeconómica del interno.

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