El sueño es uno de los temas más discutido en cuanto al cuidado de los bebés. Durante sus primeras semanas y meses de vida, los padres se dan cuenta de lo trascendental de este tema, puesto que la calidad y cantidad del sueño de sus hijos afecta al bienestar de toda la familia.
Tenga en cuenta
El bebé siempre debe dormir en el mismo sitio, tanto en el día como por la noche.
La rutina antes de ir a dormir debe iniciarse antes de que el bebé esté totalmente cansado.
Cada bebé es diferente y es un mundo aparte. La presión en busca de que el bebé duerma toda la noche no conduce a nada bueno.Recuerde que durante las primeras semanas de vida, los bebés pasan durmiendo o dormitando alrededor de 16 a 20 horas al día, pero no hay razón para preocuparse si el sueño de un recién nacido sigue un patrón constante o varía de un día a otro.
Los científicos dedicados al estudio del sueño han identificado ocho estrategias que son muy efectivas para conseguir que los bebés y los niños pequeños desarrollen hábitos saludables para dormir, según Ann Douglas, experta canadiense en temas infantiles.
1. Aprenda y descubra
Los padres deben aprender a descubrir y responder a las claves del sueño que sus hijos demuestran en cada edad: cuando son bebés, a los 2 años y en la etapa preescolar.
2. La noche y el día
Se debe enseñar a los bebés a distinguir entre la noche y el día y exponerlos a la luz del sol pare reforzar los ritmos circadianos naturales de los bebés.
3. Rutina para dormir
Es imprescindible establecer una rutina para ir a dormir que sea consistente y predecible durante la fase inicial (recién nacido), y permitir que esta rutina vaya cambiando a medida que el niño se convierte en un bebé más grande, así hasta la edad preescolar.
4. Dormir solo
Se debe permitir al bebé que se duerma por su cuenta (en lugar de acurrucarlo, pasearlo o alimentarlo). Así no dependerá de los padres.
5. El llanto del bebé
Los padres deben aprender a diferenciar entre los sonidos que el bebé emite durante el sueño y el llanto con el que pide ser tomado en brazos.
6. Las siestas
Es necesario dar un trato prioritario a las siestas del día. Los pequeños que toman siestas durante el día, duermen mejor en la noche.
7. La alimentación
Debe reconocer cuándo un niño no necesita ser alimentado en la noche y utilizar métodos que no incluyan el biberón para que vuelva a dormir.
8. Mantenga la calma
Los padres deben mantener la mayor calma posible mientras manejan el tema del sueño. Si se estresan por ello, los hijos se darán cuenta de cómo se sienten y, por tanto, su estrés aumentará.