El senador republicano Marco Rubio. Foto: AFP
Un grupo de jóvenes inmigrantes hispanos indocumentados boicoteó hoy un acto en Miami en el que el senador republicano cubano-estadounidense Marco Rubio promocionaba su libro.
Los llamados “dreamers”, que llegaron siendo niños a Estados Unidos de forma ilegal junto a sus padres y que se han formado en el país de acogida, reprocharon a Rubio y a su partido que estén combatiendo las medidas ejecutivas que el presidente, el demócrata Barack Obama, tomó para frenar la deportación de millones de indocumentados, casi todos de origen hispano.
En su libro, “American Dreams: Restoring Economic Opportunity for Everyone”, Rubio habla de la igualdad de oportunidades para todos en Estados Unidos. Mientras glosaba hoy el sueño americano en una sala con cientos de asistentes en el Miami Dade College, un joven se levantó. “Yo vivo en ese mismo país y ¿soy deportable? Qué irónico”, gritó un joven, que fue desalojado de la sala de forma pacífica. “Soy ciudadano y éste es mi país”, dijo otra veinteañera. Hasta media docena de jóvenes alzó la voz e interrumpió el discurso de Rubio, que está pensando si se postula como candidato republicano para la presidencia del país en las elecciones de 2016. “Marco, Marco, Marco”, respondieron algunos de los presentes expresando su apoyo al senador por Florida.
Rubio defendió durante meses una ley de reforma migratoria en el Senado. Republicanos y demócratas se pusieron de acuerdo en un proyecto que luego, la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, no votó. Por ello, Obama decidió en noviembre del año pasado, tras las elecciones legislativas que dieron a los republicanos la mayoría también en el Senado, tomar unas medidas ejecutivas para frenar las deportaciones de indocumentados.
Esta semana, un juez de Texas bloqueó esa acción ejecutiva de Obama. El magistrado Andrew Hanen ordenó que el decreto no se aplique hasta que no se resuelva una demanda presentada por 26 estados contra las medidas presidenciales.
El gobierno anunció hoy que recurrirá la decisión del juez. El decreto de Obama protege de la deportación a unos cinco millones de extranjeros indocumentados si llegaron al país siendo niños, si son padres de ciudadanos estadounidenses o si son residentes permanentes legales.
Los republicanos critican las medidas de Obama al considerarla una “amnistía” y un castigo para quienes siguieron los cauces legales. El propio Rubio admitió hoy ante los medios en Miami y antes del acto que no ve posible una “ley integral”, cuyo proyecto ya ha sido derrotado en el Congreso en tres ocasiones.