El presidente estadounidense, Barack Obama, habla sobre la situación en Afganistán, el 27 de mayo de 2014. Foto: EFE
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció hoy 27 de mayo su intención de mantener 9 800 soldados norteamericanos en Afganistán tras la retirada oficial de las tropas internacionales a finales de año.
“Es hora de pasar la página tras un década en la que gran parte de nuestra política exterior estuvo centrada en las guerras de Afganistán e Iraq”, dijo Obama en una breve comparecencia pública en los jardines de la Casa Blanca.
Según explicó, el plan es reducir ese contingente estadounidense a la mitad a finales de 2015, con miras a retirar toda la presencia militar norteamericana en Afganistán antes de finales de 2016.
A partir de entonces, Estados Unidos mantendrá una presencia “normal” en el país, con solo una “oficina de seguridad” en Kabul, tal como hace en Iraq. El mandatario recordó que Estados Unidos llegó a tener unas 100 000 tropas en el momento más álgido de la guerra en Afganistán y que en la actualidad tiene unos 32 000 soldados.
La permanencia de tropas estadounidenses a partir de 2015 depende, subrayó Obama, de que Afganistán ratifique el acuerdo de seguridad que regula la presencia de tropas extranjeras en el país después de que concluya, en diciembre de 2014, la misión de combate internacional.
Obama reconoció que la guerra de Afganistán “ha durado más de los que muchos estadounidenses esperaban”. Pero destacó que tras más de una década de combates se han logrado dar “golpes significativos contra los líderes de Al Qaeda, eliminar a Osama Bin Laden y evitar que Afganistán fuera usado (como base) para lanzar ataques contra nuestro país”.
“Creo que los estadounidenses han aprendido que es más difícil acabar guerras que empezarlas”, dijo Obama en una declaración ante la prensa en la que no admitió preguntas. Obama recordó que “2014 es un año crucial” para Afganistán, ya que no sólo los afganos tendrán que ir haciéndose cargo de la seguridad del país, sino que “dentro de dos semanas votarán a su nuevo presidente”, en la segunda vuelta electoral, con lo que se consumará el “primer traspaso de poder democrático” en ese país.
El presidente de Estados Unidos reconoció que tras la retirada de las tropas estadounidenses, Afganistán “no será un lugar perfecto”. Pero, subrayó, “no es la responsabilidad de Estados Unidos” lograr ese fin, ya que son los propios afganos los que deben decidir el futuro de Afganistán.
El anuncio de Obama estableciendo un calendario claro de retirada de tropas de Afganistán se produce un día antes de que el presidente pronuncie un discurso en la academia militar de West Point en el que según se ha anunciado sentará las bases de la nueva política exterior de Estados Unidos, después de las guerras de Afganistán e Iraq.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, señaló a través de un comunicado que la “presencia limitada” de tropas estadounidenses a partir de 2015 evitará que Al Qaeda se reorganice y ayudará consolidar los progresos que se han realizado a la hora de entrenar y equipar a las tropas afganas.
Mientras, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, rindió homenaje a los más de 2 100 estadounidenses que “hicieron su útimo sacrificio en Afganistán” y a aquellos que regresan a casa del campo de batalla “con heridas tanto visibles como invisibles”. Kerry también aprovechó para rendir homenaje a los afganos que lucharon contra Al Qaeda. “Estando juntos, los estadounidenses y los afganos continuaremos marchando hacia la paz tan fielmente como lo hicieron en la lucha de la guerra”.