En el interior de esta infraestructura hay 15 negocios que ofertan comida, bisutería, cabinas telefónicas, lotería y más. Foto: Erika Guarachi/ EL COMERCIO.
Tras un viaje de entre 30 y 45 minutos se arriba a la Estación Norte del Trolebús en la Y, siempre y cuando su punto de partida sea la Estación Sur en El Recreo. Los pasajeros bajan y presurosos se suben a un alimentador o abandonan la estación. Pero hay unos cuantos que se quedan en esta terminal norte para buscar comida o algo más.
En el interior de esta infraestructura hay 15 negocios que ofertan comida, bisutería, cabinas telefónicas, lotería y más.
Ximena Granja, de 49 años, es una de ellas. Su negocio está a unos pasos por donde parten los alimentadores. Ella trabaja desde hace 7 años en ese puesto y oferta comida al paso.
Pizzas, bolones, emborrajados son parte del menú de Granja. Los pasajeros cuentan que ya la conocen por la sazón que tiene en sus platos y por eso vienen cada vez que toman el Trolebús. Granja abre su negocio desde las 06:30 hasta las 20:30.
A unos pasitos, Hernán Castillo, de 37 años, está atendiendo a dos clientes, quienes le pidieron los dos últimos almuerzos que le quedan. Son las 16:00 y a esta hora los aproximadamente 80 almuerzos diarios que prepara se le acaban.
Este local abre desde las 06:00 hasta las 22:00, los desayunos y los almuerzos se ofertan de lunes a viernes. Los fines de semana cocina encebollados y platos a la carta. Las mañanas son las más ajetreadas, porque hay un gran número de clientes que piden un desayuno, explicó Castillo. Es la premura con la que muchos pasajeros parten de sus casas sin llevarse algo a la boca que hacen de estos locales una parada frecuente. Los almuerzos y los encebollados cuestan USD 2.
Pero también hay pasajeros que en esta parada obligatoria requieren de llamadas telefónicas y en esta terminal hay dos locales que ofrecen este servicio. Llamadas nacionales e internacionales son realizadas a diario por los pasajeros.
Hay quienes pasan por un café o un postre en una de las islas que tiene este terminal. O hay algunos que llevan el pan a la casa pues también hay una panadería dentro de la Estación.
Para quienes olvidaron al salir de casa sus aretes o para los que desean comprar algo de bisutería, hay una isla que oferta vinchas, aretes, pulseras y maquillaje.
Mayra Choes, de 23 años, es una de las clientes de esta isla. A ella le llamó la atención un labial y preguntó por su precio. Choes le agrada poder contar con diversos locales para comprar algo, pero para esta usuaria también, es necesario que se coloque unas bancas. Hay ocasiones que debe esperar a alguien y estar parada por varios minutos es agotador, comentó.