Redacción deportes
El punto de partida y llegada de la final del Campeonato Hípico Nacional de Endurance Ecuestre fue la hacienda San José de Puembo.
Alrededor de 130 deportistas, con sus respectivos caballos, compitieron ayer en un circuito de 20 kilómetros, trazado entre las callejuelas y prados de esta parroquia rural del Distrito Metropolitano de Quito.
La modalidad de Endurance es una carrera de resistencia y gana el binomio (jinete y caballo) que menos tiempo haga en completar la distancia establecida. Hay categorías de 20, 40 y 60 kilómetros.
Pero los animales no pueden ser llevados al extremo y es fundamental para seguir en competencia su buena condición física.
Al final de cada vuelta los caballos deben pasar un estricto control veterinario en el que se miden las pulsaciones (no pueden superar las 60 por minuto) y sobre todo que no existan problemas con las extremidades.
Claro, esto lo hacen los concursantes que quieren completar las categorías de 40 y de 60 km.
Para quienes recién inician está la modalidad de 20 km, en la que los binomios completan una sola vuelta al circuito.
Cada categoría cuenta con la clasificación de infantiles (menores de 14 años); juveniles, modalidad abierta y máster, con jinetes mayores de 50 años.
En este año hubo seis pruebas. Este es una disciplina en el que no se requiere un caballo de pura sangre y pueden inscribirse de cualquier raza. Y esa es una de las razones porque el número de participantes sobrepasó las expectativas de la organización.
Así lo dijo Bernando Rampón, uno de los responsables del evento. “Es una locura la cantidad de participantes. 130 ha sido el promedio en las seis competencias del año”, aseguró.
En la etapa de ayer no hubo sorpresas en cuanto a la categoría abierta, donde el binomio conformado por José Eloy Martínez y Trueno, un caballo criollo, se aseguró el primer lugar de la temporada porque ganó la mayoría de las pruebas de 60 km.
Otros aficionados con el solo hecho de competir ya se sintieron triunfadores.
Este fue el caso de Luis Landázuri, quien no ocultó su satisfacción por haber culminado la sexta etapa del campeonato.
Luis, de 59 años, estaba sobre todo contento porque él corrió junto con su hijo y su nieto.
Los tres participaron en la categoría de 20 km, el hijo en la modalidad abierta y el nieto en infantiles. “El ganar es competir. Esa es la idea de esto, la de compartir con la familia”, dijo.
Luis participó con Misterio, un caballo árabe de 4 años.
Los organizadores aseguraron que ya existen binomios para la temporada 2010, que probablemente inicie en marzo. Además, se incorporará la categoría en 80 km. El propósito, en un mediano plazo, será tener deportistas y caballos que compitan a escala internacional en los 160 km del Endurance.
Después de las pruebas, la Asociación de Criadores de Caballos Árabes del Ecuador presentó algunos de sus mejores caballos y potros, tanto sueltos como acompañados con música.
Según los expertos, la milenaria raza árabe, creada por los beduinos para correr en el desierto, es reconocida a nivel mundial como la más apta para la disciplina del Endurance ecuestre.