Redacción Judicial
Las Fuerzas Armadas desplegaron la operación Jumandi II para seguir la pista de Jair Guerra, tercer cabecilla del Frente 48 de las FARC; y de Óliver (Ólidem) Solarte, jefe financiero del Frente 48.
El 9 de noviembre, el Ministerio de Defensa de Colombia envió las coordenadas donde supuestamente estaban escondidos los dos cabecillas de las FARC.
6 000 militares
de la Fuerza Terrestre están desplegados en el sector de la frontera con Colombia. Las ubicaciones correspondían a los sectores de La Escalera, en la quebrada Sin Pena, donde se presumía estaba Guerra; y a las riveras del río Opuno, cerca de Teteyé, donde al parecer estaba Solarte. La Fuerza de Tarea 1 informó de inmediato al comando de la Amazonia, que dispuso que se realice la operación Jumandi II.
Esta búsqueda formó parte de la orden de operaciones Frontera 8, que terminó el 17 de noviembre pasado. El operativo forma parte del trabajo cotidiano de control que realizan las Fuerzas Armadas en la zona fronteriza.
“Estábamos patrullando la frontera cuando nos llegó esta información. Se desplazaron por la selva los militares y en media jornada ya se tenía una respuesta a la información entregada”, aseguró el general Bolívar Mena, jefe del Grupo de Tarea 1.
Luego de un continuo rastreo no se encontraron a los dos guerrilleros. Tampoco se hallaron vestigios de que hayan estado allí. “Fuimos al lugar con mapas y GPS y solo encontramos unos refugios abandonados hace tres o cuatro años. Estos ya fueron registrados (el año pasado) por las FF.AA.”.
En el informe de Inteligencia del operativo Jumandi II se estableció que la misión de la búsqueda es “intensificar el reconocimiento ofensivo y registro en los sectores de quebrada Sin Pena y río Opuno para localizar, neutralizar y/o destruir a los cabecillas y elementos de la Grupos Irregulares Armados (GIA), sus instalaciones clandestinas, laboratorios o sembríos ilegales de coca, que se encuentren en el área”.
En este operativo participaron cinco unidades del Ejército, que pertenecen a la Brigada de Selva 19 Napo, ubicada en Nueva Loja y al Grupo de Fuerzas Especiales. A cada una se le asignaron tareas diferentes. Aunque todas trabajaban en coordinación.
En los dos puntos “no hemos encontrado nada”, aseguró a este Diario el comandante del Ejército, Ernesto González. “El Ejército en la frontera no solamente sigue la pista de Óliver Solarte, sino de muchos cabecillas (de la guerrilla colombiana)”, precisó.
Una vez que los militares llegaron a las coordenadas señaladas tomaron fotos como evidencia de la búsqueda. Se redactó un informe que luego fue enviado al Ministerio de Defensa.
De allí se remitieron los datos al Ministerio de Defensa de Colombia. Esta cooperación forma parte del trabajo conjunto y de los acuerdos alcanzados en la Comisión Binacional de Frontera (Combifron), que se volvió a reunir el 19 de noviembre último.
“Se informó a la Combifron a través de los canales respectivos. Ahora estamos atentos. La Combifron está funcionando y esperemos que la cooperación de información se normalice”, sostuvo el general González. Luego del bombardeo a Angostura el 1 de marzo de 2008, Colombia aseguró que Ecuador “es un santuario para las FARC”.
El ex agregado de Policía en Colombia, Juan Barragán, recibió en Bogotá, a finales de 2007, 108 coordenadas de supuestas bases de las FARC en Ecuador. FF.AA. recibió la información e inspeccionó esos sitios, donde no se hallaron rastros de armados.
“Mientras más coordenadas nos entregue Colombia, mejor para nosotros. Hasta ahora no hemos encontrado rastro de miembros de las FARC en territorio ecuatoriano. Nuestra prioridad es neutralizar a los insurgentes y vigilar la frontera”, dijo Mena.
Según Inteligencia, frente a Ecuador operan otros líderes de las FARC, como Joaquín Gómez, segundo al mando; Édgar Tovar, jefe del Bloque Sur; Gustavo González, jefe del Frente 29, y otros.