Luzmila Cruz acostumbra movilizarse los fines de semana entre las parroquias Augusto Nicolás Martínez y San Bartolomé de Pinllo, situadas al occidente de Ambato.
Los dos sectores son atractivos para los turistas de la Sierra centro y del país por las tradicionales gallinas, el pan, las piscinas, huertos frutales y paisajes andinos.
Cruz abastece con aves de corral a dos de los 30 locales que se abrieron en Pinllo desde hace 65 años. Allí se preparan las gallinas al horno, los cuyes asados, llapingachos, caldos, conejos, etc.
Hasta hace un año, la única opción para Cruz era utilizar la avenida Rodrigo Pachano y afrontar el intenso tránsito vehicular y los trancones en el sector del Supermaxi, la línea del ferrocarril, el Seguro Social y en Atocha, a la altura de los negocios de las coladas moradas, y de las quintas históricas de Juan León Mera y La Liria.
La congestión vehicular se acentúa durante los fines de semana y en los feriados largos.
Sin embargo, la conexión vial entre las dos parroquias mejoró sustancialmente en las últimas semanas con el asfaltado de la carretera Pinllo-Laquigo-Martínez de 4,10 kilómetros de longitud.
Esta ruta tiene doble carril y permite un viaje cómodo y tranquilo si no se exceden los 60km/hora.
“El recorrido se volvió más agradable y rápido no por la velocidad sino porque no hay mucho tránsito. Claro que todavía molesta el botadero de basura y de escombros que se mantiene a mitad del trayecto”, explica Cruz.
Esta comerciante se refiere a la quebrada Sota que desde hace décadas se convirtió en el paso obligado para los comerciantes y viajeros que se trasladaban ente Laquigo y Pinllo a través de un sendero de tierra y de piedra.
Hoy, a pesar del remozamiento de esta calzada y de contar con cunetas y guardavías metálicos y señalización, el problema de la contaminación ambiental se mantiene en ese lugar, cerca de llegar a la turística Pinllo y del desvío hacia el Parque Provincial de la Familia y a Quisapincha y sus conocidas manufacturas de prendas de vestir en cuero y las artesanías.
“Cuando supe de la nueva alternativa vial me sentí feliz porque vivo en la parroquia Atahualpa y desde allí el viaje es directo hacia Quisapincha en donde entrego curtiembres y pegamentos. No obstante, ese botadero es como una mancha negra sobre traje nuevo”, opina Ernesto López.
Este inconveniente podría resolverse este año, según Guillermo Villacreses, presidente de la Junta Parroquial de Pinllo.
Según el dirigente barrial, para el asfaltado y las obras adicionales, la junta aportó con USD 50 000. Con eso se construirá un parque temático luego de que se rellene la quebrada.
“Esa nueva área recreativa contará con espacios verdes, senderos y juegos infantiles. Los técnicos hicieron las mediciones el martes pasado y la obra empezará este mes”.
La carretera Pinllo-Laquigo-Martínez facilita el desplazamiento de los turistas, comerciantes, agricultores y estudiantes. Pueden esquivar los trancones de las avenidas de Ficoa y Atocha y dirigirse sin mayores contratiempos hacia el norte.
Para conseguirlo, deben llegar primero a Martínez, luego por una calle recién asfaltada se llega a Atahualpa y después a Izamba, desde donde se inicia la Panamericana Norte que se conecta con Quito.
En la construcción de la Pinllo-Laquigo-Martínez, la Prefectura invirtió USD 260 000.
Este proyecto es parte de una megaobra denominada el anillo vial provincial que contempla el asfaltado de caminos empedrados y de tierra que conducen, entre otros, a poblados como Macasto, Querochaca, El Pisque, Puerto Arturo, La Paz, Quinchibana, etc. La inversión en esta obra vial provincial es de USD 7 642 044.
Villacreses dijo que el próximo año, cuando se asfalten las vías transversales de las parroquias occidentales, se saldrá de Martínez a Cunchibamba sin necesidad de entrar a la zona urbana.
Para los vecinos de Martínez y de los barrios San Luis Mirador y San Luis Bajo, la nueva vía hace posible encontrar un circuito turístico, recreativo y de compras por el occidente de Ambato.
En Martínez y Atahualpa, los visitantes pueden disfrutar de piscinas, hidromasajes y baños turcos en la mañana. Al mediodía, la opción es trasladarse a Pinllo para almorzar y luego avanza hacia Quisapincha para hacer compras.
Una alternativa final es quedarse un momento en el Parque Provincial de la Familia, un área de 57 hectáreas, con espacios verdes, juegos, canchas y más. Esa es la recomendación de Elizabeth Márquez, dueña de un local comercial en Martínez.
Las gestiones
El asfaltado de la Pinlló-Laquigo -Martínez fue una obra esperada por décadas por más de 50 000 habitantes de la zona.
Su remozamiento fue posible con el denominado Presupuesto Participativo. Este tipo de decisiones se toma cada año, a través de asambleas ciudadanas. Los vecinos y las autoridades escogen las obras prioritarias.