Una de las carreteras más utilizadas para la temporada de vacaciones es la Jambelí-Latacunga-Ambato, de 90 kilómetros.
Conecta a Pichincha con las provincias de la Sierra Centro. Desde el 13 de octubre del 2012, la compañía Panavial se hizo cargo del proyecto de ensanchamiento de cuatro a seis carriles que se cumple en cuatro etapas.
Según el cronograma del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), este trabajo estará listo en abril del 2014.
“Hicimos la recepción parcial de la obra desde el puente de Jambelí (Mejía) hasta Lasso (47,7 km) y cerca a Latacunga la señalización está completa. La obra avanza bien”, dijo Luis Urbina, subsecretario de la Zona 3 del MTOP.
Para Mario Cruz, los seis carriles asfaltados separados con un parterre natural son impresionantes. “Regresé de España a los 10 años y realmente la vía es muy bonita y permite viajar con rapidez entre Quito, Machachi, Saquisilí, Pujilí, Lasso, Latacunga y otras ciudades. Pero hay que tener cuidado al cruzar de un lado a otro”, alertó Cruz, comerciante de Panzaleo.
Para otros habitantes de la zona como Enrique Candelejo, Héctor Cárdenas, María Velasco y Arturo Casa (ver testimonios), el nuevo estado de esta carretera visibilizó el deficiente conocimiento en educación vial que tienen los conductores y los peatones.
El sábado pasado, a las 16:00, ocurrió un hecho poco usual en esa carretera. Más de 30 miembros de la familia Candelejo se reunieron en un costado de esa vía para recordar el primer mes del fallecimiento de uno de sus integrantes: Marcelo Candelejo, de profesión ingeniero.
El 15 de junio de este año, Marcelo viajaba de Calderón a Latacunga en una camioneta. “Un camión le cerró el paso y mi hijo quedó atrapado. Dos personas murieron, porque el conductor no respetó las señales de tránsito”, denunció Marcelo Candelejo.
A los costados de esta carretera hay más de 50 negocios como paraderos, hoteles y pequeñas y medianas fábricas de invernaderos, prefabricados de hormigón, etc.
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En seis meses que llevo trabajando en esta cafetería, junto a la gasolinera, he presenciado cómo las cosas han cambiado mucho para quienes laboramos o vivimos en los márgenes de esta carretera.
Los conductores se acostumbraron a apretar el acelerador y hay abusos con la velocidad.
Si bien lo positivo es que mejoró el flujo del tránsito vehicular, lo malo son los continuos accidentes automovilísticos.
Vivo en el sector de San Martín, en Latacunga, y a diario viajo en bus interprovincial y he visto lo que digo. El turismo se ha beneficiado mucho y en este negocio tenemos clientes a diario de 08:00 a 23:00 que permanecemos con las puertas abiertas.
Hace 10 años no había muchos carros y no era difícil pasar de un lado a otro. La carretera no era tan ancha, pero ahora debemos esperar mucho tiempo para cruzar.
A diario debemos pastar a nuestro ganado de 10:00 a 16:00. Pero es difícil ir de un lado a otro con cuatro o cinco vacas. Los conductores cuando nos ven en lugar de parar, aceleran. No nos respetan.
Si bien es cierto hay pasos peatonales, pero no podemos utilizarlos con nuestros animalitos. Incluso, en esta zona entre la Brigada Patria y el partidero a Saquisilí funciona el colegio Simón Rodríguez y los chicos también tienen problemas. Hace falta la presencia policial.
Desde mi punto de vista, la carretera de seis carriles ya no causa las congestiones de tránsito que se veían antes. Hay más capacidad para los carros y pienso que hay menos peligro para los viajeros.
El trabajo está bien hecho. Yo vivo en Guaytacama y a diario debo viajar en mi camioneta Ford a estos sectores por mi trabajo en un restaurante.
Lo que pasa es que los transeúntes deben ser más educados y cruzar por los pasos peatonales para evitar que ocurran atropellamientos y accidentes de tránsito mayores.
Hay semáforos y señales de tránsito que se deben respetar, pero no todos lo hacen y torean a los automóviles.
Mi crítica es contra los conductores de camiones. Mi hermano Marcelo murió cuando el chofer de uno de estos automotores se cambió de carril sin fijarse cuando lo rebasaban.
Marcelo murió cuando tenía 34 años y quedó en el asfalto abandonado. Pido a las autoridades que se exijan a los camioneros que circulen por el lado derecho y tengan los espejos retrovisores en buen estado.
A veces andan por medio carril y hacen sus maniobras sin importarles los carros pequeños. Tratamos de identificar la empresa a la que pertenecía el causante de las muertes para que se responsabilicen de este daño irreparable que causaron a toda la familia.
Puntos de vista
Cuatro personas hablan sobre la movilidad en esa arteria
Héctor Cárdenas. Propietario de Café viajero
‘Hay abuso con la velocidad’
En seis meses que llevo trabajando en esta cafetería, junto a la gasolinera, he presenciado cómo las cosas han cambiado mucho para quienes laboramos o vivimos en los márgenes de esta carretera.
Los conductores se acostumbraron a apretar el acelerador y hay abusos con la velocidad.
Si bien lo positivo es que mejoró el flujo del tránsito vehicular, lo malo son los continuos accidentes automovilísticos.
Vivo en el sector de San Martín, en Latacunga, y a diario viajo en bus interprovincial y he visto lo que digo. El turismo se ha beneficiado mucho y en este negocio tenemos clientes a diario de 08:00 a 23:00 que permanecemos con las puertas abiertas.
María Velasco. Agricultora del sector Laigua
‘Los conductores no nos respetan’
Hace 10 años no había muchos carros y no era difícil pasar de un lado a otro. La carretera no era tan ancha, pero ahora debemos esperar mucho tiempo para cruzar.
A diario debemos pastar a nuestro ganado de 10:00 a 16:00. Pero es difícil ir de un lado a otro con cuatro o cinco vacas. Los conductores cuando nos ven en lugar de parar, aceleran. No nos respetan.
Si bien es cierto hay pasos peatonales, pero no podemos utilizarlos con nuestros animalitos. Incluso, en esta zona entre la Brigada Patria y el partidero a Saquisilí funciona el colegio Simón Rodríguez y los chicos también tienen problemas. Hace falta la presencia policial.
Arturo Casa. Conductor particular
‘Peatones deben usar los pasos’
Desde mi punto de vista, la carretera de seis carriles ya no causa las congestiones de tránsito que se veían antes. Hay más capacidad para los carros y pienso que hay menos peligro para los viajeros.
El trabajo está bien hecho. Yo vivo en Guaytacama y a diario debo viajar en mi camioneta Ford a estos sectores por mi trabajo en un restaurante.
Lo que pasa es que los transeúntes deben ser más educados y cruzar por los pasos peatonales para evitar que ocurran atropellamientos y accidentes de tránsito mayores.
Hay semáforos y señales de tránsito que se deben respetar, pero no todos lo hacen y torean a los automóviles.
Enrique Candelejo. Mecánico
‘Los camioneros por la derecha’
Mi crítica es contra los conductores de camiones. Mi hermano Marcelo murió cuando el chofer de uno de estos automotores se cambió de carril sin fijarse cuando lo rebasaban.
Marcelo murió cuando tenía 34 años y quedó en el asfalto abandonado. Pido a las autoridades que se exijan a los camioneros que circulen por el lado derecho y tengan los espejos retrovisores en buen estado.
A veces andan por medio carril y hacen sus maniobras sin importarles los carros pequeños. Tratamos de identificar la empresa a la que pertenecía el causante de las muertes para que se responsabilicen de este daño irreparable que causaron a toda la familia.
Obras de complemento
El ensanchamiento de la carretera Puente Jambelí-Latacunga-Ambato contempla también el mantenimiento del acceso al Parque Nacional Cotopaxi.
La segunda etapa del ensanchamiento a seis carriles es el tramo Salcedo-Ambato de 15,3 kilómetros. Además, la construcción del Paso Lateral Latacunga-Salcedo de 27 kilómetros.
La obra también involucra la edificación de tres puentes, dos pasos del ferrocarril, seis intercambiadores de tráfico, dos pasos elevados en el paso lateral, pasos peatonales, etc.