Con su hijo menor del brazo, Rosa Cabezas esperaba que un helicóptero aterrizara en el sector de Voluntad de Dios, una invasión en el norte de Guayaquil. Ella vive hace dos años ahí y desde entonces sus sandalias se enlodan en las calles de tierra cada vez que llueve.
Cuenta que si alguien se enferma en la noche, deben esperar que amanezca para llevarlo a un hospital. “Necesitamos que asfalten las calles y un dispensario médico”.
Arnulfo Moreno también esperaba. Se había anunciado que el presidente Rafael Correa visitaría la zona. Su mayor miedo es que los desalojen. “Nosotros somos pobres, no tenemos para ir a otro lado”. Paga USD 1 diario por cada tanque de agua, ya que no tienen este servicio.
A su llegada Correa dijo que no existirían desalojos. Ofreció a los moradores que el Gobierno construirá condominios habitacionales, donde serán reubicados. “A los que no quieran salir de sus casas, sí se los desalojará”.
Antes de comenzar la construcción, el Gobierno realizará un censo en la zona, que se considera donde están las últimas invasiones de la ciudad. Los sitios visitados ayer fueron Voluntad de Dios, Tierra Prometida y Fortaleza, que están a un costado del kilómetro 12 de la vía a Daule.
El Presidente anunció que las FF.AA. llegarán a la zona para controlar que no haya más invasiones. Luego se hará un censo, se calcula que 5 000 familias viven ahí. También pidió a los moradores que dejen de pagar a “los traficantes de tierra”. Un terreno de 150 m² cuesta USD 2 000.
Según Correa, los terrenos ocupados están en la zona rural y los supuestos certificados de propiedad son ilegales. “Esto es estafa, es un delito de acción pública… puede haber extorsión”.