La carretera Panamericana norte se cerró la mañana de ayer, al sur de Ibarra, durante tres horas.
Un grupo de habitantes de los barrios La Florida y Chorlaví colocó piedras y quemó llantas, como lo hicieron la noche anterior. Según Miguel Ramírez, uno de los dirigentes barriales, la protesta es en demanda de la construcción de pasos peatonales.
“No es justo. A las 17:00 de ayer (miércoles) los esposos José Caranqui y Gloria Mora fueron atropellados por una autobús”. Según sus vecinos, José se debate entre la vida y la muerte.
Pero este no es el primer accidente que se produce desde que se amplió la Panamericana de dos a seis carriles, dice Ramírez. “Ahora es más difícil cruzar y algunas personas han muerto”, comenta María Ríos habitante de Chorlaví.
Ella cruza la vía, al menos, tres veces al día para llevar y traer a sus hijas pequeñas de la escuela y la guardería.
El ensanchamiento de la vía de 18,8 kilómetros, entre Otavalo e Ibarra, contempla también la colocación de 12 pasos peatonales, reconoce Fernando Viteri, superintendente de la empresa Panavial, en la zona norte, a cargo de la ampliación.
“Lamentablemente no hemos podido construir los pasos peatonales porque el Ministerio de Transporte y Obras Públicas ni los municipios de Ibarra, Antonio Ante y Otavalo nos entregan los terrenos”.
El gobernador de Imbabura, Pedro Dávila, ofreció colocar policías, en horas de mayor circulación en los tramos considerados peligrosos, como el acceso a La Florida, Chorlaví y San Antonio, para evitar más accidentes.
Según Viteri, el lanzamiento y la construcción de simientes de los puentes peatonales debieron iniciar en septiembre. “Son construcciones de metal y hormigón armado que tendrán rampas para que puedan acceder incluso personas con discapacidades”.
Una vez que los vecinos abandonaron la protesta los bomberos apagaron las llantas quemadas y limpiaron la carretera usando chorros de agua.