En el ingreso a su hogar hay óleos, acrílicos y pinceles dispersos sobre un tablero de pintura. Resalta un caballo español a medio pintar. José Luis Jerez, artista plástico de Santo Domingo, cuenta que espera terminarlo en unos cuatro días.
Él es uno de los pintores más destacados de la provincia tsáchila. Vive en la Cooperativa Las Palmas, ubicada en el occidente de la ciudad. Su casa es una galería. Está llena de sus trabajos.
Hay cuadros apilados tras las puertas, en las paredes y hasta sobre los muebles…
Los ha pintado durante los últimos 20 años. El artista, de 42 años, recuerda que su pasión por la pintura nació cuando aún era un infante.
El artista confiesa que “estudiaba en la Escuela Antonio Neumane y en quinto grado gané un concurso de pintura. El premio fue una caja de pinturas y fue mi motivación para iniciar”. Mientras estudiaba en el Colegio Santo Domingo, también tomaba cursos de dibujo y talleres de arte.
Al ver su interés por la profesión, su amigo y profesor, Milton Morales, le recomendó que estudiara en la Escuela de Bellas Artes de Ibarra. Un ícono de la formación de artistas plásticos.
Ahí permaneció dos años puliendo su técnica. Jerez recuerda que al lugar llegaban artistas de renombre como Oswaldo Guayasamín, Endara Crow, Oswaldo Endara, entre otros. “Era muy motivante que esos grandes nos enseñaran en vivo. Tratábamos de sacarle el jugo a cada clase”.
Por ello, incluso, en una de las paredes de su casa guarda como recuerdo una réplica de un cuadro de Guayasamín que lo pintó cuando fue estudiante.
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Para poder terminar sus estudios, como parte de su monografía él y sus 22 compañeros armaron una exposición artística en la ciudad de Pasto (Colombia).
Esa fue su primera experiencia como expositor. De ahí en adelante ha visitado varios lugares. A la fecha ha presentado 10 muestras.
La última fue ‘Pueblo Mío’, con la que expuso 22 cuadros de óleo sobre lienzo acerca de la cultura tsáchila. Estuvo abierta al público el 13 de abril pasado.
Una de las obras que más curiosidad despertó fue la titulada Bases de un Hogar. En esta se vio un rostro femenino pintado de amarillo, que simboliza a las mujeres tsáchilas. Sobre la misma está un tigre que da cuenta de la fuerza que ellas tienen.
Miguel Gómez, una de las personas que asistieron a la exposición, cree que el artista profundizó su arte en el rostro humano y la naturaleza. “Además, destaca los hitos representativos de la ciudad como el cerro Bombolí”.
La exposición se desarrolló en el salón principal de la Asociación de Médicos de Santo Domingo.
Las obras se colocaron sobre bastidores y cinco se vendieron. Un cuadro de acrílico sobre lienzo cuesta USD 200.
Jerez dice que en un principio se dedicó a pintar arte religioso. Luego hizo desnudos y hoy retrata las expresiones de la Nacionalidad Tsáchila.
Asegura que es un tributo a la identidad de la provincia, de la cual se siente orgulloso.
“Fui a visitar las comunidades para conocer sus tradiciones, leyendas e historia. De ahí logré la inspiración para los cuadros”.
Por eso en sus obras se aprecia también la dimensión mítica y de sanación de la nacionalidad. Entre estas aparecen las limpias con plantas nativas y el papel de los chamanes en la comunidad.
Un muestrario
La obra denominada Sentimientos. Esta pintura evoca el momento de la creación de la mujer.
Cuadro Bases de un Hogar. Representa a la mujer tsáchila y su fuerza en el núcleo del hogar.
Los Instantes. Es una metáfora del amor, la pasión y la seducción entre el hombre y la mujer.