‘Los breves apuntes gramaticales relativos a la utilización de la conjunción i i otras inquietudes’, es la última obra de Fausto Palacios, miembro de la Academia de Historia. Es abogado, periodista, escritor y defensor de la gramática, ortografía y del uso de la i.
Esa es su obsesión. En su biblioteca pasa horas revisando las obras de Antonio de Nebrija, autor de la Primera Gramática Española en 1492, y del primer diccionario.
También tiene los escritos de Pedro Fermín Cevallos, primer director de la Academia Ecuatoriana de la Lengua y las cartas que Juan Montalvo envió a sus amigos desde San Juan de Ambato, como se nombraba a la capital de la provincia de Tungurahua en el siglo XIX.
“Todos usaban la i, la linda letra que tiene el puntito. No sé desde cuándo se empezó a usar la y. En los textos de Nebrija y de otros autores se ve que escriben con i, porque cuando pronunciamos i, nombramos una vocal, no una consonante”.
La investigación fue presentada el jueves en la Casa de la Cultura de Tungurahua.
El auditorio estaba lleno. Abogados, periodistas, pintores y poetas escucharon las explicaciones de Palacios. Él es articulista del diario El Heraldo de Ambato. Su columna se llama La Gramática, usted i yo.
“Yo soy un bebediccionarios. A mi mujer le digo: cuando yo me muera, ponme un diccionario de almohada, porque a lo mejor resucito allá, y ¿qué me hago sin un diccionario?”.
Mario Zabala, decano de la Facultad de Jurisprudencia de la universidad Uniandes, mientras felicitaba a Palacios, dijo: “La gente escribe como quiere, cuando envía mensajes por celular. El idioma es maltratado”.
Gladys Guerrero viajó desde Riobamba para felicitarlo. “Fausto me encanta. Es un placer conversar con él. En las reuniones recita versos”.
Al final de la presentación se bebió vino tinto. Palacios insiste en que el vino se creó por la mujer y que la mujer nació para ser flor y como a toda flor hay que rendirle todo el amor.