Los comerciantes de ganado de Santo Domingo los Tsáchilas consiguieron ayer que se suspendiera la emisión de guías para la movilización de ganado a los camales locales.Según José Mosquera, presidente de la Asociación de Comerciantes de Ganado, “los brotes de fiebre aftosa no se han detenido, porque hay libre circulación de reses con la justificación de que se moviliza a los sitios de desposte”.Alrededor de 30 comerciantes se reunieron ayer, desde las 10:00, en las afueras del centro de comercialización de la Asociación de Ganaderos de Santo Domingo (Asogan), en el kilómetro 7 de la vía a Esmeraldas. Mosquera y su colegas coincidieron en que “solo una cuarentena total permitirá un verdadero control de la aftosa”. Los comerciantes fueron a las oficinas de Agrocalidad, la cual entrega las guías y del control de movilización. Emilio Andrade, coordinador de Agrocalidad en esta provincia, los recibió. El funcionario se comprometió a no emitir ninguna guía de movilización para los camales. La resolución regirá hasta este 28 de junio.La resolución de Andrade solo tiene incidencia en Santo Domingo. “Yo solo tengo jurisdicción en esta provincia, aunque llamaré a los coordinadores vecinos para informales”, expresó. Desde esta provincia sale ganado para Guayas y Pichincha.En Santo Domingo funciona el camal de Agropesa. Hasta antes de la cuarentena despostaban entre 260 y 300 reses por día. En estos días bajaron entre 180 y 200.El camal municipal de esta ciudad despostaba 100 reses por día. Según el administrador, Patricio Intriago, por la presencia de la fiebre aftosa y la cuarentena esa cifra disminuyó a 90 reses faenadas.Mientras se desarrollaba esta reunión, en el cantón manabita de El Carmen, 30 km al sur de Santo Domingo, se realizaba un plantón. Los comerciantes de ganado para el camal cerraron la carretera entre estas dos ciudades de forma momentánea. El motivo fue el mismo: la falta de control de la cuarentena y los prejuicios para el comercio ganadero.Uno los vendedores afectados por la cuarentena es Édgar Cueva. Él comercializa USD 20 000 semanales en la venta de toretes en las ferias de Santo Domingo, de los martes y jueves. “Por lo menos he perdido USD 1 000 desde que se inició la cuarentena, por eso la medida debe ser para todos, para que se controle la aftosa”.Cueva contó que compró 80 reses en El Oro antes de la cuarentena. En este grupo hubo tres animales contagiados con aftosa.Otro comerciante afectado es Ángel Gaibor. Contó que moviliza un capital de entre USD 12 000 y 15 000 en la feria de Santo Domingo. Pero en estas semanas, su actividad está paralizada por la cuarentena y la falta de control. “A pretexto del ganado de cuchillo (de camal), hay libre circulación de ganado”.Una pérdida adicional para los ganaderos es el pago por el uso de los sitios de pastoreo debido al cierre del recinto de la Asogan. Héctor Acosta, uno de los vendedores, cancela 60 centavos diarios por cada res que no vende.