Las declaratorias de emergencia para mitigar los efectos del invierno han tenido diferente resultados en las provincias afectadas por las lluvias. Mientras en cantones de Los Ríos y El Oro los desbordamientos volvieron a anegar poblados y sectores productivos, en Guayas los agricultores registraron menos daños.
En el cantón Montalvo, las aguas del río Las Juntas volvieron este invierno a desbordarse sobre los sembradíos de arroz, distribuidos a lo largo de su cauce, en el sureste. En esta provincia, en el invierno del 2013 perjudicó a 3 135 personas. 90 viviendas tuvieron daños.
El pasado 24 de enero, los campesinos observaron resignados cómo el crecido afluente rompía un muro de contención de tierra y se abalanzaba sobre sus cultivos. En el recinto Río Chico y otros poblados aledaños, el agua lo inundó todo.
Carlos Vivanco, arrocero del sector, resumió el desastre. “Nos estamos quedando sin camino. Si eso sucede, entonces permaneceremos aislados, porque no hay puentes”.
El único paso entre los arrozales y la carretera que permite sacar la producción es un estrecho puente metálico.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) declaró ese 24 de enero la alerta naranja para las zonas en las riberas de los ríos Vinces, Pula y Mastranal. Cinco días después, tras un informe de la Sala Situacional, se bajó la alerta a blanca.
Ángel Erazo, alcalde de Montalvo, acepta que las obras para prevenir los embates del invierno no han sido suficientes. “Hace tres años nos reunimos con las comunidades afectadas. Se hizo un planteamiento, de que ya no se hagan parches, si no un estudio integral”.
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El Municipio de Montalvo se declaró en estado de emergencia en marzo del 2012, con el fin de movilizar recursos para enfrentar los estragos que dejaba el invierno. El Alcalde sostiene que esos recursos no llegaron en forma de obras. “No sé cuánto ha llegado a nombre del cantón Montalvo. Nada hemos conseguido con la declaratoria de emergencia”.
El gobernador de Los Ríos, Jesús Narváez, recuerda que los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) tienen que desarrollar los proyectos. “Con cada proyecto de prevención que elaboren, nosotros como Gobierno les financiamos el 50%, a través del Banco del Estado. El resto lo asume el GAD, a través de un crédito”.
En el centro de la parroquia Ricaurte, del cantón Urdaneta, con una pala mecánica se coloca la tubería nueva, para reparar el alcantarillado que colapsó con las recientes lluvias.
En esta localidad arrocera y bananera es recurrente el desbordamiento del río Catarama. Desde el puente colgante que atraviesa el río se divisa el muro de tierra compactada que recorre las orillas. El muro no evitó que el Catarama inundara el centro de la parroquia hace menos de un mes. La Prefectura de Los Ríos lo construyó sobre un viejo muro de gaviones.
César Zamora, presidente de la Junta Parroquial, cuenta que aunque el muro resistió, el agua se filtró por las alcantarillas.
En el Guayas, en cambio, hay quienes ven menos inclemente los efectos del invierno. Vicente Vega, agricultor del sector de Puerto Inca (Naranjal), confía que su cosecha de cacao sea productiva como en el 2013. Ese año, logró producir 45 quintales por cada una de las cinco hectáreas que tiene.
Dice que ni ese ni el actual invierno han sido tan destructivos como el del 2012. “Hasta ahora no nos hemos inundado gracias a unas obras que está ejecutando Senagua”.
Se refiere a los proyectos control de inundaciones de los ríos Bulubulu y Cañar, en los que se invierten USD 55 millones y USD 233 millones, en su orden.
En los sectores de San Carlos y Virgen del Cisne se está construyendo la estructura que desviará las aguas del río Cañar hacia al baipás, hasta el sector de La Lagartera, para finalmente desembocar en el río Churute. En Guayas no se reportaron vías ni puentes afectados por el invierno del 2013.
En El Oro persisten los deslaves y hundimientos Los deslizamientos de tierra volvieron a Piñas, cantón del noreste de El Oro. Se acentuaron tras el fuerte aguacero del 24 de enero. Un alud destruyó el hospital local en el 2013 y obligó a la evacuación de los pacientes. Los daños obligaron a la SNGR a disponer la declaratoria de emergencia, en abril.
En esta provincia fronteriza, el temporal del año pasado dejó 60 viviendas afectadas y 63 personas evacuadas.
En contexto
Montalvo y Urdaneta, en Los Ríos; y Piñas, en El Oro, fueron declarados en emergencia en el 2013. Las obras para reducir daños por desbordamientos y deslaves no fueron suficientes. Riesgos invirtió USD 250 millones en prevención y mitigación en el país, el año pasado.