La escasez de azúcar se siente en las principales ciudades del país y una de las medidas para evitar el desabastecimiento fue reforzar los controles en las fronteras. ¿El contrabando es una causa de este problema?
fakeFCKRemoveSiempre la frontera aparece como el chivo expiatorio. Algo similar ocurre cuando se registra una ola de crímenes en las ciudades y las autoridades tratan de justificar el problema diciendo que son pasionales o por ajuste de cuentas. Esos argumentos son parte de la retórica, pero en realidad no se analizan a fondo los problemas sociales. La frontera es una zona que históricamente registra un intenso intercambio comercial, incluso de productos que no escasean en Ecuador.
¿Quiere decir que no se le puede culpar del desabastecimiento a ese intercambio ilegal, que burla los controles de la fuerza pública?
Exactamente. Lo que sucede es que hay una mirada política sesgada de la frontera. Las autoridades locales no dicen nada cuando en Ecuador hay escasez de papas y de leche y la gente tiene que traer esos productos de Colombia para abastecer a los mercados. Eso es parte de la convivencia fronteriza. Hay épocas en las cuales se debe traer del vecino país y otras en las cuales se debe llevar. Históricamente, estas poblaciones viven del intercambio.
Se entiende que los productos y los combustibles se fugan por las fronteras porque en Ecuador son más baratos. ¿A qué se debe la carestía en los países vecinos?
Eso es relativo. Cuando algo está barato en Ecuador y caro en Colombia o Perú, es obvio que se va a buscar la forma de llevar hacia esos destinos la mercadería. También hay épocas cuando en Ecuador están caras las cosas y los colombianos y peruanos aprovechan esa oportunidad para traer sus productos. No siempre es más barato en nuestro país. Por eso digo que el tema frontera se lo topa a conveniencia.
¿A qué se refiere?
A que la frontera es un referente que sirve para dar cabida a cualquier retórica sobre las relaciones colombo-ecuatorianas y para acentuar los discursos de tensiones y de guerra. Pero no se habla de la realidad de la gente que vive en esa zona, de sus necesidades, de la precariedad en medio de la cual vive. No se dice que hay niños que caminan durante horas para llegar a la escuela y agricultores que no tienen acceso al crédito. No se reconoce que el contrabando es quizá la única alternativa real de empleo.
¿Se puede justificar diciendo que es la única alternativa de empleo, aunque se sepa que es una actividad ilegal?
El problema es que se ha criminalizado a todo lo que ocurre en la frontera norte. Se quiere frenar el contrabando, aumentado el número de uniformados, porque se piensa que esos productos y ese combustible va a manos de la guerrilla. Pensar eso es un adefesio, porque lo que se contrabandea es demandado mayoritariamente por la población que no tiene ninguna relación con los armados. Esa es otra lectura simplificada de la realidad social.
Entonces, ¿usted sostiene que no se debe permitir el libre paso de productos hacia y desde los países vecinos?
Hay que ser claros en algo: aquí se le persigue y se le confisca la mercadería al pequeño contrabandista, al que busca ganar unos centavos para mantener a su familia. Pero de los grandes contrabandistas, aquellos que llevan volúmenes impresionantes de mercadería y no pagan impuestos, no se dice nada. Definitivamente, la frontera es el referente de la espectacularidad y de ciertos temas que inciden en la política.
¿Por qué lo dice?
Porque la frontera es noticia solo cuando escasea la azúcar en Ecuador y empieza una cacería de pequeños contrabandista o cuando hay un bombardeo en Angostura. Pero no se habla de iniciativas de desarrollo sostenible para una población históricamente marginada y olvidada. Se invisibiliza a esa gente y solo se la vincula con la criminalidad, no se entiende que es una zona especial que demanda de un tratamiento especial. Este Gobierno le debe a la población de frontera un plan específico de desarrollo y de paz. Ojalá lo reconozca.