El ambiente de fiesta se siente en las calles de Coca, Orellana. La ciudad celebra el Día de la Amazonía que conmemora los 470 años del descubrimiento del río Amazonas (12 de febrero de 1542). Las festividades se dan en una zona donde el inmigrante o colono impone su presencia.
Lo mismo ocurre en Lago Agrio, en Sucumbíos, donde se festeja los 23 años de su provincialización. Ambas ciudades tienen la reputación de albergar personas de distintos puntos del Ecuador.
La ilusión de trabajar en las compañías petroleras o la mera aventura afianzó el proceso inmigratorio. “Mi padre llegó de Quito hace 80 años. Él estudiaba allá y se aventuró a venir. Le gustó y se quedó. Mi madre era de acá (Coca)”. Así recuerda Meliton Rodríguez, funcionario de la Dirección de Educación en Orellana.
Rodríguez divide el flujo migratorio en la provincia en dos etapas: después de la guerra del 41 con el Perú y el ‘boom’ petrolero. La comunidad auca, ahora conocida como huaorani, vivía frente a la actual ciudad, donde se asienta la Brigada de Selva N° 19 Napo.
El docente explica que la migración interna la encabezaron lojanos, bolivarenses y manabitas, en los años setenta. “En la vía al Auca, en Coca, se asentaron muchas familias de Loja. En Sacha, cantón de Orellana, hay bastantes bolivarenses”. A este grupo se unen manabitas y guayasenses.
Gladys Merchán pertenece a la segunda generación de inmigrantes en el Coca: se calcula que en la ciudad hay cuatro generaciones. Ella es guayaquileña y su tía llegó a la ciudad hace 22 años. “Venía a pasar vacaciones y hace seis años me radiqué acá por el trabajo de mi esposo”. Su marido es empleado en una empresa de seguridad y tienen tres hijos, es decir la tercera generación.
Merchán aporta a la mixtura gastronómica con su comida costeña. Vende arroz con carne asada y menestra en la calle Quito, en el sector conocido como ‘los agachaditos’. Por el flujo migratorio, el Coca y Lago Agrio ofrecen una variedad de comidas típicas como el encebollado, cebiche, fritada, bandeja paisa…
De Coca a Lago Agrio hay dos horas y media en bus. El viaje desde Quito es de siete horas, aproximadamente. El asfalto en la vía es el reflejo de que las dos ciudades amazónicas han cobrado importancia por su tradición petrolera.
Lojanos, chimboracenses, tungurahuenses, manabitas, orenses… y colombianos caracterizan a Lago Agrio, Sucumbíos, que celebra 23 años de provincialización. La ciudad es otro de los destinos que los colonos escogieron para progresar económicamente, lojanos especialmente. “Para conocer la historia de Lago Agrio hay que ir donde don Astudillo”, aconseja un habitante del lugar.
José Astudillo es un machaleño que llegó a Lago Agrio en 1972. “En la dictadura militar fui concejal de Machala. Dije a los militares que no estaban listos para gobernar. Por eso amenazaron con castigarme”. Tras dos años de vivir en Santo Domingo de los Tsáchilas, viajó a Lago Agrio. “Los lojanos vivían en unas casitas de madera y estas calles (Quito y Colombia) eran lastradas”.
La mercadería se intercambiaba con colombianos, recuerda Astudillo. Personas del país cafetero tienen sus comercios en la zona céntrica de Lago Agrio. En la avenida Quito están las casas de cambio: de dólares a pesos colombianos. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en Sucumbíos y en Orellana hay13 605 refugiados colombianos reconocidos.
Los lojanos y colombianos imponen su huella. “Cuando mi papá llegó, se conformó la colonia orense”, explica Glenda Astudillo, hija de José Astudillo. En los setenta, prosigue, las personas oriundas de El Oro elegían a su reina. La cocina costeña también se destaca en las calles de Lago Agrio. La venta de encebollados, ceviches, y platos marineros encabeza la lista de la gastronomía.
La Región Amazónica
Uno de los platillos representativos es el maito, plato preparado con cachama, un tipo de pescado. Se lo enrolla en la hoja de yaki panga, similar a la de plátano, y se cocina en leña.
La Asamblea Nacional Constituyente de 1944-1945 decretó el 12 de febrero como el Día Nacional del Oriente ecuatoriano.
En 1979 se expidió una ley en la cual se cambió la denominación de Región Oriental por el de Amazónica. En ese año se inscribió al 12 de febrero dentro del calendario cívico nacional.