Casas cuarteadas y calles que lucen agrietadas conforman el panorama en el caserío 9 de Diciembre. Este barrio nació para acoger a los damnificados del terremoto de 1970 en el cantón lojano de Celica.Esta populosa zona está amenazada por hundimientos del terreno. Cada invierno crece la desgracia en ese sitio donde habitan unas 5 000 personas. Hoy, al menos 10 viviendas están deshabitadas, debido a la destrucción de paredes y el peligro de colapsar. Omar Calderón convive con ese riesgo. Una de las cinco habitaciones de su vivienda está colapsada. Pero ese espacio sigue habitado por Calderón, su esposa y sus seis hijos. “El problema es que no tengo dónde ir”. La vivienda de una sola planta en hormigón armado la construyó hace cinco años. Pero desde hace dos empezaron las fisuras. El actual invierno empeoró la situación para él. Las columnas esquineras están retorcidas y en la pared de un costado ya no quedan ladrillos. “Las lluvias son más fuertes en este mes y tenemos pico y pala a mano para desviar el agua que puede destruir la casa”.Hasta ahora, al menos 15 viviendas están afectadas en el barrio, incluida la escuela Maximiliano Rodríguez. Ahí estudian 150 alumnos que reciben clases en aulas con pisos y paredes agrietadas. Por seguridad, el director de la escuela, Alcívar Quezada, dispuso la reubicación del Quinto de Básica, aula en la que los cristales de las ventanas cayeron.La Dirección Nacional de Servicios Educativos construyó drenajes alrededor del plantel. El caso de 9 de Diciembre no es el único, dice el alcalde de Celica, Oswaldo Román. Otros barrios en riesgo son: Centenario y 24 de Mayo. Un informe levantado por técnicos del Cabildo, la Secretaría de Riesgos y el Ministerio de Desarrollo Urbano determinó que el 70% de las viviendas que tiene la ciudad estarían en riesgo si no se toman acciones a tiempo. La acción prioritaria es renovar el embaulado total de la ciudad por su vetustez (más de 30 años).