Caminar por las calles de Cuenca es como transitar por una suerte de tablero de ajedrez. Su Centro Histórico tiene una cuadrícula ordenada y está rodeada por 14 iglesias y una arquitectura patrimonial.Según el cronista vitalicio Juan Cordero, en el siglo XVIII en Cuenca hubo una serie de hechos violentos como asesinatos, lo que hizo que reciban el nombre de morlacos como un agravio.
Con el transcurrir del tiempo, la población cambió de actitud gracias al gobernador Antonio Vallejo. Él incursionó en la cultura y se reforzó con aportes de Fray Vicente Solano, Luis Borrero, entre otras figuras de la historia. Estos sentían gusto por la poesía, escultura, las artes, etc. Desde entonces recibió el nombre de Atenas del Ecuador y la denominación de morlaco cambió de sentido.
Cordero explica que a Cuenca se la relacionó con Atenas, capital de Grecia, porque esa era una ciudad de filósofos, escritores, artistas y arqueólogos.
Con este criterio coincide el escritor y presidente de la Biblioteca Municipal, Eliécer Cárdenas, quien señala que la influencia de hombres ilustres hizo que exista un crecimiento en la cultura y sea comparada con Atenas.
La arquitectura singular de Cuenca con sus techos de teja, edificaciones patrimoniales e iglesias que guardan una riqueza religiosa hizo que reciba el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1999.
Para el presidente de la Casa de la Cultura del Azuay, Luis Vásconez, esa belleza es una suerte de musa para los cuencanos para hacer poesía. También destaca la forma particular de hablar de sus habitantes. Cree que ese acento es porque es una urbe rodeada de cuatro ríos: Yanuncay, Tarqui, Tomebamba y Machángara. “El agua se lleva el viento y provoca cierta gracia auditiva y ese sonidito particular es un acomodamiento de las palabras de las personas”, enfatiza.
Vásconez también describe al cuencano como una persona que tiene “un gran ego que está convencido de lo que tiene y es”. Otra de sus características es ser reservado y tratar con diminutivos, por ejemplo: “alguito y otrito”.
Otras cualidades
Según el escritor Eliécer Cárdenas, por la trayectoria de poetas y escritores, esta urbe es vista como la cuna de la cultura.
Para Juan Cordero, Cuenca se destaca por sus habitantes porque tienen sentido del humor, son combativos, cultos, etc.
Luis Cordero resaltó en el himno de Cuenca, que es una ciudad de hombres ilustres. Se creó en 1904 y se oficializó en 1939.