A media mañana o en las tardes, los ambateños y los visitantes frecuentan las ‘huecas’ para saborear alguna bebida tradicional, mientras se encuentra con sus amigos.
Los morochos, la colada morada, las tortillas de verde y el caldo de 31 son parte de una tradición culinaria popular que subsiste en diversos sectores de la ciudad.
El olor que se emana permite ubicar fácilmente estos negocios, en medio de un intenso trajín comercial y vehicular en las calles Cevallos, Mariano Égüez, Rodrigo Pachano y Eugenio Espejo.
En uno de esos sitios atiende Luz Romero. Ella ofrece la colada morada en el sector tradicional de Atocha, cerca a las quintas históricas de Juan León Mera y de Luis A. Martínez.
Tiene una cocina industrial para preparar con mayor rapidez las empanadas rellenas con queso, carne y pollo. Para las Fiestas de la Fruta y de las Flores también prepara cuyes asados, llapingachos y hornado.
“Entre las especias para la colada utilizo clavo de olor, canela, mora, harina de maíz y fruta fresca. Esos ingredientes le dan ese color tradicional”, dice Romero, mientras prepara las mesas de su pequeño local, o a un costado de la avenida Rodrigo Pachano.
El vaso pequeño de colada cuesta 50 centavos y 60 el grande. Las empanadas, dependiendo del relleno, valen hasta 80 centavos.
Atocha es el paso obligado para los viajeros que llegan desde Quito y Latacunga y se dirigen hacia el centro de la urbe.
En esa zona, se halla el negocio de Inés Buenaño en las calles Bolívar, entre Mariano Égüez y Pedro Vicente Maldonado. Ella ofrece morocho con buñuelos, empanadas, humitas y emborrajados.
“Soy parte de los fundadores de este negocio en la Cevallos. Es una microempresa familiar que me ha permitido educar a mis hijos y ofrecer nuestra comida a los turistas”. En su local, el vaso de morocho cuesta 75 centavos y los emborrajados, 50 centavos.
Cerca de allí está Silvia Aldás y sus tortillas de verde con café negro. “Abro desde las 16:00 hasta las 20:00. La taza de café con dos tortillas vale USD 1,25”.
En La Mascota, cerca del estadio Bellavista, Gonzalo Chuquimarca ofrece caldo de 31. “Trabajo en este sitio desde hace 30 años. Los fines de semana vendo más”. El plato cuesta USD 1,50.