Luego de tres días de un largo feriado, los turistas que viajaron a las playas de Guayas y Santa Elena realizaron ayer un retorno masivo, en caravana, hasta Guayaquil.
En el tramo final, entre Cerecita (km 52) y el Parque del Lago (km 24), la circulación ida y vuelta se redujo apenas a un solo carril. Sucedió entre las 07:00 y 12:30 por una competencia ciclística. La Comisión de Tránsito del Guayas desplegó un amplio operativo y cerró 28 km de un tramo.
La satisfacción tras el descanso, fue la misma de quienes viven del turismo. Esperanza López, presidenta de la Cámara de Turismo de Playas, dijo que el feriado desbordó las expectativas.
“Vinieron 30 000 turistas. No lo esperábamos porque este feriado nunca ha sido masivo. Las 1 400 plazas hoteleras se llenaron. Un 60% de ese turismo vino de la Sierra, especialmente de Quito, Cuenca y Ambato”.
En las playas de Manabí, el balance también fue positivo. Patricia Caisaguano, del hotel Las Gaviotas, en Manta, dijo que el hotel estuvo lleno desde el jueves. Tienen capacidad para 50 personas.
Las playas de Tarqui y El Murciélago estuvieron copadas. “Los precios estuvieron cómodos. Solo faltó tomarse unas cervezas en la playa pero está prohibido”, dijo el quiteño Marlon Bastidas.
Igual pasó en Puerto López. Turistas nacionales y extranjeros fueron a este destino manabita, famoso en esta época por la presencia de las ballenas jorobadas. Freddy Tomalá, de la Hostería Mandalá, señaló que recién tendrán espacio para nuevos turistas a partir de septiembre.
En Bahía de Caráquez, el feriado de tres días incrementó la demanda de espacios en hoteles, hosterías y residenciales. Incluso algunas familias alquilaron dormitorios en viviendas.
En Esmeraldas, en cambio, Atacames fue una de las playas más visitadas. Los 300 sitios de alojamiento entre hoteles, hosterías, hostales y departamentos que se rentan estuvieron abarrotados.
Según la presidenta de la Cámara de Turismo, Antonia Montaño, es el mejor feriado de este año. En Carnaval hubo una afluencia menor. Calcula que llegaron 100 000 visitantes, principalmente de la Sierra, que superaron la capacidad de los sitios de alojamiento. Por ello, hubo personas que durmieron en la playa.