Con la claridad del día se evidenció la magnitud de los daños que dejó el fuerte aguacero de ayer en la capital azuaya: dos muertos, aludes por todos lados, casas destruidas, cultivos que desaparecieron y mucho dolor en decenas de familias.
Los daños más graves están en los sectores rurales de Barabón, Huizhil, Misicata y El Salado, en la zona suroeste de la ciudad. Solo en el primer poblado hay más de 30 macro deslizamientos. En el barrio San Juan, en el mismo sector, fue hallada la segunda víctima por el invierno, otras seis quedaron heridas y una casa colapsó.
Rosa Albarracín, de 46 años, contó que a eso de las 19:00 de ayer, siete personas, con picos y palas, intentaban desviar el lodo que rodaba de la parte alta de la montaña, para impedir que la vía se tapone. De pronto escucharon que la montaña reventó en la parte alta.
A esa hora había oscurecido y apenas se podían ver entre ellos. Al ver que el alud de tierra se les venía encima todos corrieron despavoridos. Los seis salieron de entre los escombros heridos (cortes y fracturas).
Pero Juan Polibio Chicaiza Llangari, de 48, no lo hizo y tampoco se dieron cuenta los vecinos hasta el amanecer de hoy, cuando encontraron su auto estacionado cerca. Su cuerpo fue encontrado aplastado entre los escombros por los rescatistas, a eso de las 15:00, tras ocho horas de búsqueda.
Ese alud se llevó la casa de bloque de Albarracín. Ella logró salvarse con sus dos hijos menores de edad y su esposo. Pero perdió todos sus enseres, ropa, huerta… Por eso lloraba desconsoladamente porque no tiene donde ir. La noche de anteayer pernoctó en la casa de una amiga de Huizhil.
Desde ha mañana, personal de las entidades de socorro y del ejército con apoyo de maquinaria pesada y a mano buscaron entre los escombros a Chicaiza Llangari. Pero hasta las 15:00 no lo encontraron porque el alud cubrió una amplia zona y todo era una masa de lodo.
Más tarde, en las autoridades de la provincia confirmaron su deceso. Un alud arrastró a la víctima 40 metros.
En tanto que en El Salado, donde la tarde de ayer el colector de agua lluvias se taponó y provocó una grave inundación en más de 50 casas, el agua descendió. Hoy las casas estaban enlodadas y las familias en mingas retiraban las palizadas, piedras y lodo acumulado.
En Huizhil, en la noche de ayer murió Gilberto San Martín y su pareja quedó parapléjica luego de que se casa se desplomó encima de ellos. Los organismos de socorro tenían previsto abrir un albergue para los damnificados de Barabón y Huizhil.
A las 15:00, en el salón Próceres de la Gobernación del Azuay, el Gobernador de esta provincia, Humberto Cordero, el alcalde de Cuenca, Paúl Granda, entre otras autoridades dieron una rueda de prensa. El objetivo era informar cómo siguen las labores de rescate por la inundación ocasionada en esos lugares.
Hay cinco personas heridas que están siendo atendidas en diferentes hospitales. También hay cuatro viviendas destruidas. Cordero enfatizó que esta lluvia no se ha visto en 10 años y fue 10 veces más intensa que una lluvia normal.
En la noche, el presidente Correa en su cuenta twitter @MashiRafael señaló que el invierno que afecta el país es el “más fuerte de los últimos 14 años”. El Mandatario anunció que mañana declarará en emergencia a Azuay.