En el cantón Atacames, de Esmeraldas, los pobladores no saben qué es tener servicio de agua potable regular. Llega a las viviendas de forma esporádica y por horas.
Según la Empresa de Agua Potable, la causa son las constantes roturas y fugas en las tuberías, que se instalaron hace 35 años. Estas ya cumplieron su vida útil.
“En lo que va del año la hemos reparado en 20 ocasiones debido a fisuras y es por ello que solo aplicamos una presión de un 40% a un 50%”, reconoció el jefe de redes y distribución de la Empresa de Agua Potable, Lenin Montaño Además, también influyó el estiaje en el río Esmeraldas. Ahí se encuentra su planta de captación y de tratamiento. “La escasez de lluvias generó un bajo caudal en el río, tuvimos un nivel de captación de 40 centímetros”.
Por eso Williams Mora, secretario de la Junta Administradora de Agua Potable y Alcantarillado Same – Tonchigüe, dice que se ha solicitado la declaratoria de emergencia en Atacames.
El cantón es el eje turístico de la provincia. Cada feriado llegan hasta 15 000 personas, según la Dirección del Ministerio de Turismo. En esas fechas el servicio colapsa, según Mónica Morales, habitante de Atacames. “Los turistas exponen siempre sus quejas y nosotros no tenemos cómo responder”.
La Empresa de Agua Potable envía tanqueros, pero no son suficientes para la demanda.
Esta empresa tiene un sistema regional de distribución para los cantones Esmeraldas, Rioverde y Atacames. Suman 40 000 clientes que demandan mensualmente más de USD 1 millón de metros cúbicos de agua.
Pedro Moreira, habitante de Tonchigüe, dice que la falta de agua no es reciente, pero que se ha agudizado en los últimos tiempos.
En su barrio conocido como Las Acacias llegó el jueves pasado el agua potable después de tres meses de no recibirla. “Solo fue un par de horas y luego se fue, el sábado lo enviaron hasta las 14:00 y hoy (ayer) hay una presión muy baja”, comentó Moreira.
En el sector San Antonio, una zona alta de la parroquia Tonchigüe, sus moradores cuentan que el agua no llega desde hace un año.
Ahí precisamente vive Mónica Morales, quien indica que el desabastecimiento los obliga a ir hasta el centro de Tonchigüe para conseguir el líquido vital. “Somos 50 familias que pasamos mucho trabajo para buscar una caneca de agua, no es posible que esté ocurriendo esto. Necesitamos una solución”.
Mora asegura que el alcalde de Atacames, Freddy Saldarriaga, se comprometió canalizar la emergencia para obtener recursos del Estado y solucionar el problema. Pero el Burgomaestre afirmó que la declaratoria se anunció ayer y que previamente se reunió con un “alto funcionario” de la Subsecretaría de Coordinación para la solución de los problemas de agua potable, entidad adscrita a la Secretaría Nacional del Agua.
“El objetivo es que se libere la mayor cantidad de recursos económicos para construir un proyecto de distribución de agua potable para Atacames”, expresó Saldarriaga. Aún no hay un monto específico para dar solución al problema.
Mientras se logra concretar los fondos, la Empresa de Agua trabaja en una obra urgente. Se trata del cambio de 14 kilómetros de tubería por un costo de USD 26 millones. Petroecuador contribuyó con los estudios y el financiamiento. Pero la obra aún no tiene fecha exacta de inicio.
Se espera que lleguen nuevas tuberías de España en noviembre, indicaron las autoridades.
Las competencias
La Empresa de Agua de Esmeraldas depende directamente del Estado. Esto pese a que en la Constitución se establece que debe ser competencia de los municipios.
Los municipios han pedido que se solucionen los problemas principales de la empresa, para poder asumir las competencias y recursos.
El Ministerio del Ambiente controla que los negocios turísticos de la playa cuenten con una licencia ambiental. Esto implica, entre otros requisitos, tener una planta de tratamiento de agua.