La tarde del sábado 8 de marzo del 2014 será inolvidable para los moradores de la parroquia Cunchibamba y de la comunidad de Calhua Grande, ubicadas en la serrana ciudad de Ambato. La lluvia y el granizo de ese día destruyeron las casas de 12 familias.
Los deslizamientos de tierra arrasaron con todo lo que encontraron a su paso. En Cunchibamba, los agricultores perdieron animales menores y cultivos. María Jerez, por ejemplo, habitante del barrio San Pablo, cuenta que las aguas descendieron por la quebrada que comienza en Calhua Grande, en la parroquia Augusto Martínez, al noroccidente de Ambato.
El agua llegó al terreno frente a su casa aproximadamente a las 16:30 y se llevó el sembradío de cebolla colorada, 20 cuyes, ocho conejos e igual cantidad de pollos, que murieron enterrados en el lodo. Lo único que pudo salvar fue una vaca.
Según la evaluación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) en Tungurahua, en el sitio se dañaron 10 casas.
En la parte alta, los moradores hacían una minga por lo que no se dieron cuenta de la magnitud del aguacero. Al bajar constataron que seis casas se destruyeron con la fuerza del agua. En las seis casas afectadas de Calhua Grande vivían 28 personas; la mayoría está dedicada a la agricultura y a la crianza de animales menores.
De acuerdo con María Cordovilla, encargada de Riesgos y Emergencias del Ministerio de Inclusión Económica y Social, en Tungurahua, se ayuda a los damnificados con colchones y cobijas. Además se consigue alimento para las familias.