Ecuador es uno de los 12 países más biodiversos del planeta. Pero es el número uno si se considera la densidad existente por cada metro cuadrado. Esa afirmación se resalta en Biota Maxima, publicación lanzada ayer en Quito.
Al respecto, el ecólogo francés Olivier Dangles, uno de los mentalizadores, es un convencido de que “puede haber otros países con más especies, pero en cuanto a mamíferos, anfibios, reptiles, aves’ Ecuador tiene la más alta densidad en diversidad”.
Por ejemplo, han sido identificadas 185 especies de anfibios y reptiles frente a las 70 especies de Francia, el país más biodiverso en Europa. Asimismo, sitios del este de Ecuador contienen más de 500 especies de aves en menos de 50 km².
En esta riqueza se incluyen plantas, artrópodos (animales de patas articuladas), moluscos y más. El 80% de especies del país corresponde a los artrópodos.
La explicación científica es que esta abundancia se debe a la influencia de los Andes que originan una gradiente altitudinal: llanura, bosques montano y nublado, páramos, roca y glaciares. A su vez, se convierten en diferentes zonas ecológicas, en las cuales una misma especie puede tener diferencias por el aislamiento y la pérdida de contacto.
También se destaca que el oeste de la cuenca amazónica es el bioma (lugar) más biodiverso de la Tierra. Así, un estudio de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador determinó que en 3 km de radio del Yasuní habitan 35 000 especies de insectos. Allí un solo árbol alberga hasta 48 especies de hormigas, similar a toda la fauna nativa de hormigas de las islas británicas.
Estas afirmaciones se sustentan en criterios científicos como el del alemán Alexander Von Humboldt, quien recorrió el Ecuador en el siglo XIX, y en estudios de grupos científicos ecuatorianos y extranjeros, además de centros de investigación.
Pero Arturo Mora, de la Unión Mundial para la Naturaleza, asegura que la explotación no sostenible de los hábitat, los cambios globales y las especies invasores hacen que esta biodiversidad decline poco a poco. “Los países aún están a tiempo de aportar con acciones como el manejo sostenible de las especies y evitando la destrucción de los bosques”.