Los habitantes del valle del Chota, una de las canteras del fútbol de Ecuador, situado en el norte del país, quedaron decepcionado con el debut de la selección nacional en el Mundial de Brasil.
A diferencia de torneos anteriores no hubo música ni cantos en las comunidades afroecuatorianas. Es más, El Juncal, cuna de Édison Méndez y Renato Ibarra, que integran el combinado nacional, lucía en silencio tras la victoria de la selección de Suiza. Un ambiente parecido se vivió en Carpuela, en donde nació Jayro Campos, el zaguero central del Barcelona de Guayaquil, que a último momento quedó fuera del conjunto tricolor que participa en Brasil, por una lesión en la pierna izquierda.
Igualmente en la comunidad de El Chota hubo malestar por el resultado final del encuentro. En el coliseo local, la Prefectura de Imbabura instaló una pantalla gigante en donde se proyecto el partido Ecuador-Suiza. El local, en donde se colocaron 200 asientos de plástico, fue copado totalmente. Ahí, el primer gol ecuatoriano, a cargo de Enner Valencia, delantero del Pachuca de México, fue celebrado con gritos de emisión y aplausos. El empate se tomó con resignación. Pero el gol que le dio el 2-1 a favor de los europeos generó críticas y malestar en el público.
El valle del Chota está considerada una cantera por la cantidad de peloteros que ha aportado a la Selección Nacional de Fútbol de Ecuador. Para el Mundiales de Japón-Corea, aportó con 8 jugadores. Y al Mundial de Alemania con cuatro. Esta vez a Brasil fueron 2 choteños.