La economía de Latacunga se afecta por la suspensión de la Mama Negra
Dora Bedón, propietaria de Arte y Folklor, no pudo alquilar trajes para la festividad. Foto: Glenda Giacometti/ El Comercio
La suspensión de los eventos y del tradicional desfile de la Mama Negra de noviembre preocupa a los comerciantes y empresarios de Latacunga.
El pasado 15 de agosto, con el anuncio del Estado de Excepción por el proceso eruptivo del Cotopaxi, el Cabildo de Latacunga también suspendió la fiesta, considerada un eje económico para la ciudad.
La semana anterior, el Comité de la Mama Negra confirmó la realización de una peregrinación, que es solo una de las actividades por los 195 años de independencia de la urbe. Para la próxima semana se conocerá también si se desarrolla o no otro desfile, o si solo hay el reencuentro de los integrantes de esta tradición.
Según datos de la Cámara de Turismo de Cotopaxi, alrededor de USD 4 millones perdería la ciudad. Mientras que unos 100 000 visitantes del país y del extranjero ya no acudirían a las celebraciones.
Alfonso Prieto, presidente de la Cámara de Turismo, comentó que los propietarios de las hosterías, hostales, restaurantes y agencias de viaje se preparaban para la masiva afluencia de turistas. En los tours que ofertaban se incluía al desfile declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.
“El turista extranjero complementaba o iniciaba su travesía por Cotopaxi con la Mama Negra. El destino turístico de la provincia era fuerte, pero ahora fue estigmatizado por una eventual erupción del Cotopaxi. Hay pérdidas de hasta un 70% en todo tipo de negocios”.
Días previos a la celebración, los comerciantes se endeudaban para abastecerse de recuerdos, alimentos, bebidas y otros productos. La mercancía se comercializaba en las denominadas jochas, el cambio de mando y el desfile.
La algarabía de esos días permitía que vendedores ambulantes de Tungurahua, Chimborazo y Pichincha acudieran a ofrecer sus productos. Según Jorge Cando, propietario de un restaurante en el sector de El Salto, las ventas eran buenas y el dinero alcanzaba para todos.
Para este vendedor, las chugchucaras que ofrecía en ese tiempo se acababan en septiembre y noviembre. Cada plato vendía entre USD 5 y 15.
Los rubros obtenidos se destinaban a la construcción de su casa y para los gastos de Navidad. “Estamos en una situación difícil y crítica. Algunos comerciantes ya tenemos problemas con el banco y el Municipio, porque no cancelamos, pues no se vende nada”.
Otro de los negocios afectados son los que venden y alquilan prendas de vestir para las comparsas de El Capitán, el Ángel de la Estrella, el Rey Moro y El Abanderado.
Las multicolores faldas para las cholitas y carishinas (hombres vestidos con ropa de mujer) están arrumadas en la tienda Arte y Folklor, ubicada en el centro de la urbe. Los pantalones y camisas para los yumbos, huacos y moros (otros personajes) ocupan una de las tres estanterías del local. Las prendas se alquilan a USD 8 o 12, por atuendo.
Dora Bedón, propietaria de Arte y Folklor, contó que otros sitios de alquiler de estas prendas, 30 en Latacunga y 20 de Pujilí, están afectados. Aseguró que en los dos meses previos a la cabalgata de la Mama Negra ya recuperaba la inversión de todo el año. “Aún no sabemos si habrá dos desfiles en noviembre en honor a la Virgen de La Merced. Esperemos que no prime la parte política y que las autoridades permitan un desfile para recuperarnos económicamente”, señaló Bedón.
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Otra de las afectadas es la familia Labanda. Teresa, de 71 años, junto a su hija Paulina de 48, elaboraban el vestido de la Mama Negra y de la muñeca Baltazara. La confección les ocupaba tres meses, a un costo de USD 2 500. La vestimenta del Ángel de la Estrella, del Abanderado y otros personajes puede costar USD 3 000, cada uno. “La compra de telas, encajes, mullos, piedras artificiales y más se hace con seis meses de anticipación. En algunos productos se lograba traer material de Argentina, Brasil, Bolivia y otros países por su calidad”, dice Teresa.
El vestido de la Mama Negra 2014-2015 está en una esquina de la sala principal de la casa de Byron Burbano. Fotografías, recuerdos y reconocimientos cuelgan de las paredes. El principal personaje de los latacungueños recordó que el año anterior proporcionó un plato de hornado, con mote y chicha, a 800 personas que lo acompañaron en el desfile.
Los alimentos se prepararon en los mercados de Salcedo, Pujilí, Saquisilí y Machachi. “La fiesta ayuda al indígena que cría su cerdo, hasta el que vende platos desechables. La Virgen de La Merced nos ha puesto una gran prueba a todos los latacungueños. Tenemos que trabajar unidos para salir de la crisis y aprender a vivir con el volcán”, dijo Burbano.
Los cinco personajes de esta fiesta gastaron el año anterior alrededor de USD 5 000 para el día del desfile. Ellos fueron los encargados de pagar la banda de pueblo, movilización y alimentación de los bailarines.
En contexto
Propietarios de los negocios de alquiler y venta de ropa, alimentos, bebidas y otros productos perdieron ganancias por la suspensión de la Mama Negra. Hay expectativa por el posible desfile de los personajes que será el próximo 7 de noviembre. El Concejo Cantonal resolverá si se desarrolla este