Un empleado de una casa de cambio en Ciudad de México acomoda los carteles. Foto: AFP
Dos días después del triunfo de Donald Trump en la elecciones presidenciales de EE.UU., las interrogantes en la economía global aumentan.
Temas como los acuerdos comerciales, el precio del crudo, la relación con China, el futuro de la globalización, los efectos en América Latina, entre otros, generan inquietud y debate, ante los anuncios efectuados por Trump cuya campaña se basó en un programa proteccionsita.
La próxima llegada del republicano a la Casa Blanca obliga a interesarse más en los “efectos negativos” de la globalización y del comercio internacional, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Los efectos negativos del comercio internacional deben tenerse en cuenta en favor de aquellos que se sienten abandonados”, declaró el portavoz del FMI Gerry Rice.
Trump es un crítico de los acuerdos de libre comercio firmados por EE.UU. y los acusó de haber acelerado las deslocalizaciones de empleos y la desindustrialización. “Debemos contar con más medidas para ayudar a atenuar los efectos negativos (de la globalización) y responder a las inquietudes de quienes se sienten al margen”, agregó Rice.
Otro tema que puede generar tensión es la relación con China, a la que el electo Presidente había acusado de robar empleos y capital de los estadounidenses. Además, Trump prometió en campaña imponer prohibitivos derechos de aduana al 45% a las importaciones de China.
Ante esto, el gigante asiático está ansioso. “Habrá una extraordinaria presión sobre nuestras exportaciones, y la recuperación china se va a ralentizar aún más”, alerta Liao Qun, economista de Citic Bank International.
Derechos de aduana del 45% -contra 4,2% de hoy- tendrían “consecuencias insondables”, advertía recientemente la sociedad de corretaje Daiwa Capital Markets. Ello generaría, según esta sociedad, un derrumbe del 87% de las exportaciones chinas hacia EE.UU. (equivalente a USD420 000 millones), lo que, con sus repercusiones indirectas, ‘amputaría’ a medio plazo un 4,82%
el PIB chino. Sería un duro golpe para la segunda economía mundial ya fragilizada.
Pero China podría tomar medidas y suspender sus pedidos de aviones a Boeing, sus importaciones de soya o de iPhones, afectando a algunas de las joyas de la industria de EE.UU., que efectúa gran parte de sus ventas en China, anticipaban en septiembre los expertos del Peterson Institute for International Economics.
En materia petrolera, la Agencia Internacional de la Energía dijo el jueves 10 de noviembre que considera “improbable” que la elección de Trump vaya a alterar de forma significativa las bases del mercado del petróleo a corto plazo. En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la AIE indicó que espera “más detalles” sobre las políticas energéticas que pretende llevar a cabo Trump.
En América Latina también hay preocupación. Venezuela, por ejemplo, teme posibles recortes en la importación de petróleo en los próximos años. El magnate prometió que en su mandato recortaría a la mitad las importaciones de petróleo.
México, que envía casi el 80% de sus exportaciones a EE.UU., reconoció que la victoria de Trump incrementó la volatilidad financiera, ante lo cual determinó modificar la subasta de títulos gubernamentales, la primera medida que toma el Gobierno después del voto estadounidense.
Y en Brasil surgió el temor de una posible guerra comercial. El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, admitió esa posibilidad. Pero es preciso ver lo que hará. Cuánto había de retórica de campaña y “cuánto de política que se aplicará efectivamente”.
‘Un acuerdo está lejano’
WALTER
SPURRIER
Director de Análisis Semanal
La victoria de Donald Trump no cambiará las relaciones entre Ecuador y EE.UU., porque en los actuales momentos nosotros tenemos una relación lejana. Sin embargo, existen cuatro puntos a los cuales hay que poner atención: la migración, el comercio, el petróleo y el precio del dólar americano. En el primer punto, se puede esperar un incremento de migrantes ilegales.
En cuanto al comercio, cada vez es más remota la firma de un acuerdo comercial con EE.UU., como el que tienen países como Perú y Colombia. Respecto del crudo, si EE.UU. incrementa su producción los precios bajarán en la región. Lo único que nos beneficiaría sería una posible debilidad del dólar por la inflación. Si tenemos una inflación inferior a ellos nos vamos a ver favorecidos.