Donald Trump realizó un desayuno para captar donaciones para su campaña electoral. Foto: AFP
El multimillonario Donald Trump participa el miércoles 22 de junio del 2016 en una nueva recepción para la recaudación de fondos en Nueva York, intentando acortar la desventaja financiera respecto a su adversaria demócrata Hillary Clinton.
El candidato republicano a la Casa Blanca organizaba un desayuno en un restaurante italiano, el Cipriani, con importantes donadores republicanos, en el cual el aporte mínimo era de USD 25 000 por persona según el Wall Street Journal (solo USD 2 700 serán para la campaña de Donald Trump, el resto para el partido republicano).
Y el martes, Trump prometió a sus partidarios que aportará un dólar de su bolsillo por cada dólar donado a la campaña durante 48 horas.
La ofensiva se da luego de la presentación de las cuentas del republicano y de Hillary Clinton para el mes de mayo, en las que ella disponía de más de USD 40 millones más que él.
“Tengo mucho más que USD 40 millones de reserva si quiero gastar mi propio dinero”, dijo Trump el miércoles en la cadena televisiva Fox News. “Nuestras cifras van a mejorar. Pero sobre todo, no quiero recaudar miles de millones de dólares”, agregó, refiriéndose a que no quiere deberle nada a los donantes.
“Puedo llegar con mucho menos dinero, y ganar”, agregó.
Pero su método de financiamiento es poco habitual. El multimillonario hasta ahora prestó (en vez de donar) USD 45,7 millones a su comité de campaña. Tiene el derecho de retirar sus fondos pero dijo en mayo a la cadena MSNBC que no tenía “absolutamente ninguna intención de recibir reembolso”.
Alrededor de un quinto del monto gastado en mayo fue en empresas de su imperio, según un análisis del New York Times de las 1 699 páginas de su declaración frente a la comisión federal electoral (FEC).
Su comité por ejemplo pagó USD 423 000 en el club privado Mar-a-Lago en Florida, que pertenece al multimillonario y donde se organizaron varias conferencias de prensa en marzo.
Varios cheques fueron también firmados para la empresa que administra su flota de aviones (USD 350 000), en los restaurantes Trump (USD 125 000) y hasta en la torre Trump de Nueva York (USD 170 000), donde el cuartel general de su campaña tiene sus oficinas.