Ginebra, Nueva York, DPA
La discriminación continúa proliferando en el mundo y es una fuente de “desconfianza, resentimiento, violencia, crimen e inseguridad”, además de afectar la economía, alertó hoy la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Navi Pillay.
Con motivo de la celebración del Día de los Derechos Humanos, que es mañana jueves, Pillay quiso enfatizar a través de un comunicado que “todo el mundo debería gozar de todo derecho humano”, al tiempo que destacó la discriminación por cuestiones de raza y religión y la que sufren las mujeres, las comunidades indígenas y los migrantes.
Pillay denunció que a pesar de que las mujeres asumen las dos terceras partes de las horas que se trabajan en todo el mundo y producen la mitad de la comida del planeta, sólo se llevan una décima parte de los ingresos y sólo poseen un uno por ciento de la propiedad mundial.
Además, apuntó que continúan sufriendo “incontables casos” de abuso, en su mayoría no castigados. La máxima representante de derechos humanos de la ONU también enfatizó que los 370 millones de personas indígenas que hay en el mundo, y que representan un cinco por ciento de la población global, continúan siendo marginadas y privadas de sus derechos fundamentales.
Para Pillay, la discriminación racial y étnica “se encuentra en todo el planeta y constituye una de las formas más peligrosas de discriminación”, que puede llevar a crímenes contra la humanidad y genocidio. Pillay también destacó la discriminación sufrida por los refugiados y migrantes en los países ricos, donde “hombres, mujeres y niños que no han cometido ningún crimen son a menudo retenidos en centros de detención por prolongado tiempo”.
Ante esta situación, instó a toda la sociedad, desde políticos, empresarios, medios, líderes religiosos y estudiantes, a “honorar” el Día de los Derechos Humanos “acogiendo la diversidad y tomando acciones concretas y duraderas que ayuden a poner fin a la discriminación”.