En las papelerías Dilipa aceptan dinero electrónico desde junio de este año. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
El dinero electrónico, gestionado por el Banco Central del Ecuador (BCE), cumple este 24 de diciembre dos años desde su lanzamiento en el 2014, con el mismo objetivo gubernamental de sumar más usuarios, pero con reparos de la banca privada.
El dinero electrónico es un medio de pago que utiliza el celular para realizar transacciones en farmacias, supermercados, taxis, etc., previo al canje de dólares físicos.
Según el Gobierno, el sistema permitirá una mayor inclusión financiera para personas que no tienen cuenta bancaria, además que ahorrará cerca de USD 8,2 millones al año por el reemplazo de billetes viejos.
El sistema ha provocado desencuentros entre la banca y el Gobierno. En abril del año pasado la Junta emitió una resolución para obligar a los bancos a sumarse al sistema, lo que generó rechazo y preocupación en el sector. Finalmente, la Junta echó abajo esa decisión y aclaró que el sistema es voluntario para usuarios y para el sistema financiero.
En abril de este año Gobierno y banca se acercaron para avanzar en una alianza que permitiera impulsar el uso del dinero electrónico. Pero la Asociación de Bancos Privados puso una condición: que las 56 000 cuentas de este nuevo medio de pago que manejaba a esa fecha el BCE pasen a las instituciones financieras.
El Gobierno no aceptó argumentando que detrás del pedido había un “interés político por tener un negocio”.
Diez de 23 bancos se han unido voluntariamente a la plataforma del BCE. Este año el tema volvió a enfrentar a la banca con una entidad pública. El 13 de diciembre pasado la Comisión de Resolución de Primera Instancia de la ‘Súper’ de Poder del Mercado (SCPM) emitió una resolución que obliga a 14 bancos a unirse al sistema. La Junta Monetaria desautorizó esa decisión y aclaró que el uso es voluntario.
La SCPM dijo que la decisión se tomó dentro de uno de sus ámbitos de acción como es el de prácticas desleales. Es una medida preventiva para garantizar la eficiencia económica y el interés de los usuarios que voluntariamente deseen utilizar la herramienta de dinero electrónico, anotó.
La banca presentó una acción de protección en contra de esa decisión.
Para impulsar el uso del dinero electrónico, el Gobierno incluyó, en abril pasado, una reducción de cuatro puntos al impuesto al valor agregado por el uso de este sistema.
Ello impulsó la apertura de cuentas que pasaron de 56 000 en abril de este año a 280 559 al 18 de diciembre pasado. Pese a ello, el saldo en cuentas de dinero electrónico llegó a USD 4,1 millones al 16 de diciembre, un 0,008% del circulante del país (USD 5 297 millones).
Farmacias Sana Sana fue una de las primeras en sumarse a la plataforma de dinero electrónico, en diciembre del 2014.
Ana María Molina, gerenta de Sostenibilidad y Asuntos Públicos de Corporación GPF -firma propietaria de la cadena- aseguró que Sana Sana acepta dinero electrónico en 22 puntos de venta.
Al mes, detalló Molina, en promedio se realizan unas 100 transacciones con dinero electrónico en estas farmacias. Es una cifra pequeña si se considera que Sana Sana registra mensualmente entre 9 millones y 10 millones de transacciones en sus 500 locales, a escala nacional, con otros medios de pago como efectivo, tarjeta de débito o crédito. “No hay demanda de los clientes”.
La cadena de papelerías Dilipa se sumó al dinero virtual en junio pasado. Álex Gordón, gerente de Marketing, dijo que una de las cajas de cada uno de sus 12 puntos de venta acepta este medio de pago. Desde entonces, en cada local, registraron entre cuatro y cinco compras con dinero electrónico.
En Almacenes TÍA, este medio de pago funciona en sus 183 locales en 84 ciudades.
Según la firma, las transacciones con el sistema todavía no son representativas, pero subieron con respecto al 2015, aunque no precisó cifras.
Sonia Muñoz, profesora de banca y finanzas de la Espae, explica el poco uso debido a que el dinero electrónico entró a funcionar en una época en que la economía nacional atravesó turbulencias, lo cual generó mayor desconfianza entre la ciudadanía.
Según un sondeo realizado por la firma Know Research en julio pasado, el 69,49% de sus encuestados no realizaría pagos con dinero electrónico.
Asimismo, según un estudio de Habitus Millward Brown, de julio pasado, un 70% de encuestados opinó que no debe aceptar dinero electrónico.
Diego Martínez, mientras fue gerente del Banco Central, señaló que en sus sondeos había aceptación del dinero electrónico.
Este Diario pidió una entrevista al Central para evaluar el sistema, pero ofreció para la próxima semana.
En contexto
En noviembre de este año, el saldo en cuentas del denominado sistema de dinero electrónico era de USD 3,8 millones. En ese mismo mes, la liquidez total del país llegó a USD 43 608 millones, según estadísticas del Banco Central del Ecuador.