Refugiados afganos protestan contra el cierre de la frontera con Grecia, cerca de Gevgelija, Macedonia, ayer 22 de febrero de 2016. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Macedonia informó que permite cruzar la frontera únicamente a los “verdaderos refugiados afganos”. Paralelamente Dinamarca sigue controlando su frontera con Alemania. Foto: EFE
El gobierno danés anunció el martes 23 de febrero del 2016 que prolongará diez días más los controles fronterizos provisionales con Alemania introducidos a principios de año para evitar la acumulación de solicitantes de asilo en este país nórdico.
La medida, que estará vigente al menos hasta el 4 de marzo, fue introducida por Copenhague el 4 de enero en respuesta a la entrada en vigor horas antes de una ley sueca que obliga a las empresas transportistas que viajan por tierra y mar desde Dinamarca a aceptar solo a pasajeros con documentos de identidad.
Las autoridades danesas han prolongado desde entonces los controles tres veces apelando a una cláusula especial del reglamento de libre movilidad de Schengen en caso de amenaza a la seguridad interna, a la que también han recurrido países como Suecia, Alemania, Noruega o Austria.
“El Gobierno considera todavía que el control fronterizo es necesario para mantener el orden y la seguridad en Dinamarca.
Debemos saber quién entra en el país, y no queremos ver grandes concentraciones de refugiados e inmigrantes”, señaló en un comunicado la ministra de Integración, Inger St jberg.
El Gobierno liberal en minoría ha endurecido su política de asilo desde agosto con varias reformas legales, la última de ellas una polémica propuesta para confiscar dinero y objetos de valor a los solicitantes de asilo para costear su estancia y limitar la reagrupación familiar.
Dinamarca recibió en 2015 a 21.000 solicitantes de asilo, un tercio más que en 2014, aunque una cifra inferior a la del resto de países escandinavos, sobre todo Suecia, que con 163 000 peticionarios presentó la más alta de la Unión Europea (UE) per cápita.