Los enmascarados de la Diablada de Píllaro previo al desfile que se realizó este primero de enero del 2016. Foto: Paúl Rivas/EL COMERCIO
La Diablada Pillareña se inició en las calles del cantón Píllaro, en Tungurahua, este viernes 1 de enero del 2016. Las agrupaciones también conocidas como partidas de Tunguipamba, Marcos Espinel, Chacata el Carmen, Robalinopamba y San Vicente de Quilimbulo fueron las primeras en recorrer las angostas calles del poblado, ubicado en el centro de los Andes ecuatorianos.
Los participantes lucieron disfraces y grotescas caretas, que representan al espíritu del mal. Marcos Cruz, dirigente de la comunidad de Tunguipamba, acompañó a sus vecinos desde la salida de su poblado, ubicado a 15 minutos de Píllaro. Él fue el encargado de organizar a la banda de pueblo, los diablos, las guarichas y los capariches. Además, de asistir a los hombres y mujeres que cargaban las pesadas caretas adornadas con dientes y cachos.
La danza de los diablos estuvo acompañada por un intenso sol. Por ello, los bailarines se detuvieron en reiteradas ocasiones para hidratarse. “Con esta danza nos va muy bien durante todo el año. La fuerza y el ánimo del danzante son importantes en estos días”, dijo Cruz.
Al desfile -declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Ecuador en el 2009- asistieron visitantes de Guayaquil, Cuenca, Ambato, Riobamba, Puyo y otras ciudades. Cerca de 200 uniformados de la Policía controlaron el orden y el tránsito vehicular.
José Ramírez participa por sexta ocasión danzando por las calles de Píllaro. Su careta tiene un mentón pronunciado y amenazadores cuernos y colmillos. Además, le ubicó un dragón en la corona con lenguas de fuego. “Estamos sacando nuestros mejores trajes para danzar como el diablo”.
La imagen también fue replicada en una pequeña careta que llevaba en sus brazos. Ramírez es oriundo de Robalinopamba. La danza se cumplirá hasta el próximo miércoles 6 de enero del 2016, a partir de las 13:00.