El volcamiento de un bus interprovincial en la vía a Baños, sector Las Pampas – puente metálico, registrado el 4 de septiembre del 2016, dejó cinco fallecidos. Foto: Javier Cazar / API
Los padres de Edwin Hacán retiraron los muebles de la habitación donde antes dormía su hijo, para colocar su féretro. Él estaba cerca de cumplir 18 años y fue una de las cinco víctimas mortales del accidente del bus de la Cooperativa de Transportes Interprovincial. El bus cubría la ruta Riobamba–Tena.
Edwin se graduó en julio pasado de la Unidad Educativa San Andrés y se preparaba para iniciar su carrera universitaria, por lo que consiguió un trabajo como controlador de bus en la unidad 30 de esa cooperativa.
“Llevaba un mes y medio trabajando como controlador del bus que se accidentó. Era un chico bueno, ayudaba a sus padres y quería ahorrar para sus planes futuros, por eso decidió buscar trabajo. Nunca nos imaginamos que eso terminaría con su vida”, contó su tía Yolanda Congacha.
Él, presuntamente estaba sentado junto al conductor, cuando debido al impacto del bus contra el barandal del puente Bailey, salió despedido por el parabrisas. Su familia se movilizó al sitio del accidente y lo encontró inmóvil en la parte baja del puente. “Cuando nos avisaron del accidente pensamos que lo íbamos a encontrar vivo, no en esas condiciones”, dijo Inés María Hacán, otra familiar.
Su cuerpo se velaba en la comunidad Calshi, situada a 15 minutos de San Andrés, en Guano. Allí, la bandera se izó a media asta, pues otras dos personas que fallecieron en el mismo accidente también pertenecían a ese cantón.
Otra víctima fue Manuel Juno, de 58 años. Él abordó el bus con destino al Puyo, junto a su hija Gladys, quien permanece asilada en el Hospital General Docente de Riobamba a causa de varios traumatismos.
“Ella nos contó que sintió un movimiento brusco antes de estrellarse. Luego todo fue confuso, cuando buscó a su papá lo encontró en el pavimento, con un golpe en la cabeza. Ella estaba en shock”, contó Sergio Cusquillo, sobrino del fallecido.
Según la familia, directivos de la Cooperativa de Transportes Riobamba y familiares del propietario del bus les indicaron que se encargarían de los trámites legales para el cobro del seguro. “Nos dijeron que se pondrían en contacto con nosotros para ayudarnos, pero después de la autopsia no nos volvieron a llamar. Solo queremos que las autoridades investiguen este accidente, que se aclare quién tiene la culpa y que se haga justicia”, dijo Rosa Juno, otra familiar.
En Tungurahua, los 37 heridos se recuperan en el hospital básico de Baños, docente Ambato, Riobamba y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de la capital de Tungurahua.
Una de las afectadas por el accidente indicó que tiene golpes en la cabeza y una fractura en su brazo izquierdo. Jéssica N., de 22 años, comentó que al momento del impacto se encontraba durmiendo.
“Sentí un fuerte golpe contra los asientos y observe que algunos pasajeros salieron por encima mío. Me ayudaron a salir y algunos pasajeros estaban en el fondo de la quebrada muertos y otros en el puente acostados”, indicó Jéssica que permanece en el hospital de Baños.
Según el informe de la Gobernación de Tungurahua uno de los cinco fallecidos aún no es reconocido por los médicos legales. Además, el paso vehicular provisional entre Ambato y Baños se encuentra habilitado. La gobernadora Lira Villalva confirmó que uno de los puentes metálicos sobre la quebrada La Pampa estará cerrado hasta el viernes.
“Las autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas indicaron que cuatro planchas metálicas lateras están averiadas por el impacto del bus. Estas serán reemplazados lo más pronto posible”, indicó Villalva.
Entre tanto, los agentes de la Policía Nacional identificaron y buscan al conductor del bus interprovincial para conocer detalles del accidente.
Los uniformados presumen que hubo un exceso de velocidad o el posible daño mecánico al sistema de frenos del automotor. “Estamos investigando las verdaderas causas del accidente”, indicó el jefe de la Policía Gonzalo Guevara.